Porque aunque la
VIDA nos la da DIOS, quiere que venga con las dos inevitables
caras: El DOLOR y el PLACER.
Es
una demostración más de que DIOS y
Satanás, el Bien y el Mal, la
Vida y la
Muerte, el Infierno y la Gloria. EXISTEN.
Dios en su infinita sabiduría de buen Padre sabe y quiere
que para que se cumpla la
SUPERVIVENCIA de la especie humana hay que sufrir HAMBRE antes que COMER
Y
para PROCREAR nuevas vidas, nos da el PLACER del sexo con sus ventajas e inconvenientes y, a veces, hasta
se puede convertir en un caramelo envenenado.
Pero la VIDA
es tan INAPRECIABLE, tan GRATUITA y nos cuesta tan poco recibirla que:
Algunos
no la valoran y la desprecian
Otras
se creen con el DERECHO a suprimirla sin más..
Los
hay que al verse oprimidos por los muchos SUFRIMIENTO, la arrojan por la borda.
Otros,
para evitar los sufrimientos inevitables y necesarios se sumergen de tal forma
en los PLACERES que se encuentran con la MUERTE de cara.
El
AMOR aglutina las dos CARAS de la
VIDA porque un AMOR sin SUFRIMIENTO no es amor, será un capricho,
una pasión o algo pasajero y sucedáneo del amor.
El
que consiga AMAR a Jesucristo que es DIOS, por encima de todo y eso le suponga SUFRIMIENTOS por las renuncias a una vida
mundana y a vivir según sus enseñanzas,
GOZARÁ de unos PLACERES desconocidos porque habrá encontrado el tesoro
escondido como así lo cuenta San Mateo en su capítulo 13,ver.44:
“Es
semejante el reino de los cielos a un
tesoro ESCONDIDO en un campo, que quien lo encuentra lo oculta y, lleno de
alegría, va, VENDE cuanto tiene y compra aquel campo”
BUSCAR,
ENCONTRAR y VENDER para comprar el terreno donde ESTÁ el tesoro suponen
muchos SACRIFICIOS; pero SIN DUDA serán recompensados con creces puesto
que se trata, no solo de la FELICIDAD ETERNA
sino también de la TEMPORAL.
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