El que se encuentre hoy 1 de Enero del 2014 con el deseo de
cambiar el mundo, por aquello de “Año Nuevo, Vida nueva” que empiece cambiando,
él si así lo necesita.
En la madrugada del 13 al 14 de Mayo de 1.904 en el nuevo Café que había abierto Ramón del
Valle-Inclán, Pío Baroja, hablando de los españoles dijo:
“La verdad es que en España hay SIETE clases de españoles.
Sí, como los siete pecados capitales.
1) Los que no saben.
2) Los que no quieren saber.
3) Los que odian saber.
4) Los que sufren por no saber.
5) Los que aparenta que saben.
6) Los que triunfan sin saber.
7) Los que viven gracias a que los demás no saben.
Y
todavía añadió Baroja en medio de los aplausos de Unamuno, Galdós, Azorín, Zuloaga, Solana,
Rusiñol, y otros más.
“Estos
últimos, los que viven gracias a que los demás no saben, se llaman a si mismo políticos y, a veces, hasta
intelectuales”
Esto mismo se podría decir hoy,
porque la historia no es que se repita es que no cambia, porque los que
tenemos que cambiar somos TODOS nosotros.
Si los que nos gobiernan sólo se
ponen de acuerdo cuando legislan a espaldas de Dios y los de abajo, sólo
sepamos criticar, hacer huelgas y escrachear, no cambiará la historia.
Cuando TODOS sintamos el “Santo temor
de Dios” que es el “Principio de la sabiduría” y cada uno de nosotros, se
comporte como Dios manda, sin esperar a que lo haga el vecino, entonces nos
lucirá el pelo.
También me atrevería a decir que
existe una OCTAVA clase de españoles que yo llamaría: Los Prepotentes.
Prepotente es todo aquel que
se considera o es más “PODEROSO que OTROS”
Así los define la RAE.
Esos puede que sean los que no quieren ser ni llamarse españoles
porque eso les rebaja de categoría, puesto que
se creen los más listos, los más trabajadores, honrados etc.etc.
Por eso
prefieren ser CABECITAS de ratón sin más poder que el dominio de su propia
ratonera, en lugar de ser COLITAS de león y pasearse orgullosos, porque si son
realmente prepotentes y fueran solidarios con sus congéneres, serían admirados,
temidos e imitados en bien TODOS reconociendo que en la UNIÓN
está la fuerza.
Lo más triste y lamentable
para un pueblo sano, inteligente y trabajador es terminar trabajando para
enriquecer a unos pocos que los están engañando con el timo de la estampita:
”Dame tu
voto independiente y te llenaré los bolsillos de billetes”
¿Quién puede asegurar que esos billetes tendrán el
cambio esperado y deseado?
Hemos aceptado, todos alegres, el mayor timo de la
estampita de todos los tiempos cuando los bancos nos daban préstamos con sólo
pedírselo
Por favor que no se cumpla lo de que el “Hombre es el
único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”
De
verdaderos inteligentes es RAZONAR con la cabeza y no con los SENTIMIENTOS a
ultranza, dejándose manipular, dado los tiempos que corren y cómo evoluciona la
sociedad moderna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario