La
Sagrada Escritura dice que Moisés subió al Monte Sinaí y permaneció
cuarenta días y cuarenta noches.
Al cabo de los cuales, Dios le entregó escritos en DOS TABLAS de PIEDRA los Diez
Mandamientos.
Cuando bajó del monte
Moisés se encontró que el pueblo estaba adorando un becerro de oro, se enfureció y las
ROMPIÓ.
Pienso que Dios escribió los Diez Mandamientos en dos tablas
para que en una de ellas estuvieran los
siguientes cinco Mandamientos, como un canto a la VIDA, la
SUYA, la de los PADRES y la de los NASCITURUS, porque sin ellas, NADA
EXISTIRÍA.
No tendrás a otro Dios que a mí.
No tomarás en falso el nombre de Yavé, tu Dios
Acuérdate del día del sábado para santificarlo.
Honra a tu padre y a tu madre.
No matarás.
En la otra tabla
quiso Dios marcar unas líneas ROJAS infranqueables para que pudiéramos vivir en
VERDAD, JUSTICIA y FRATERNIDAD.
El
no adulterarás
No
robarás
No mentirás
No testificarás contra tu prójimo falso testimonio
No desearás la casa de tu prójimo, ni la mujer de tu
prójimo.
Si
analizamos Mandamiento por Mandamiento comprobaremos que Dios los escribió, no
para su beneficio, sino para hacer nuestra ineludible convivencia más justa,
equilibrada y solidaria.
El no tendrás a otro Dios que a mí y el pedirnos, y no
exigirnos, que sobre todas las cosas, LE demos nuestro amor que es lo más íntimo y personal que tenemos, nos
pondría a la altura de Dios por el MUTUO AMOR.
El no tomarás en falso el nombre de Dios, sería darle
la categoría incuestionable.
El honrar a nuestros padres, es lo más humano y
agradecido.
El no matarnos unos a otros, sería la paz tan deseada
El adulterio rompería la familia, único cimiento para
poder progresar.
¿Existe algo más humano que la existencia del domingo
para descansar?
Si nadie robara, ¡¡qué tranquilos viviríamos!!
El mentir, engañar, manipular, dar falsos testimonios
es lo más inhumano e injusto.
El andar enamorándose y deseando toda mujer que se
tercie, sea casada o soltera, sólo traería trifulcas.
El desear ser rico y pretenderlo a costa de los
demás, sería canallesco.
. Y Dios los escribió sobre una PIEDRA porque si en
todo gran edificio, lo primero que se hace es poner la primera piedra y
Jesucristo le dijo a Pedro, “Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, con los
Diez Mandamientos se estaban echando los cimientos de una humanidad sostenible.
Si Moisés se enfureció y las rompió, fue porque supo que era lo que siempre HARÍAMOS al
transgredirlas continuamente adorando los becerros de oro que nos fabricaran y
nos fabricáramos.
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