miércoles, 19 de noviembre de 2014

¿POR QUÉ LA VIDA DEMUESTRA LA EXISTENCIA DE DIOS?

            Porque la vida es un MILAGRO continuo, y milagro es según la Real Academia de la Lengua Española

“Hecho no explicable por la leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino”

Si hacemos un recorrido detenido por toda nuestra vida desde que nacemos hasta que morimos, comprobaremos que toda ella es un  patente  milagro, sólo explicable y comprensible por la intervención DIVINA.

¿Cómo se explica que de un espermatozoide y un óvulo diminuto surja un nuevo ser tan perfectamente armonizado y con un potencial tan enorme?

         Por las leyes naturales, podría responder alguien.

         ¿Y esas Leyes naturales han surgido por generación espontánea sin más y no es por una inteligencia que está por encima de nosotros y desconocida y que no queremos admitir que es Dios?

La vida de todos nosotros, en unos más o en otros menos, ha sido, es y será un conglomerado inexplicablemente organizado de bienes y de males que, a veces, por lo bien que lo estamos pasando  nos creemos eternos o nos ponen en el abismo del suicidio, por las tragedias y males que nos abruman y no siempre ni todos nos suicidamos y seguimos malviviendo. ¿Y por qué?

Nadie puede negar la existencia del Bien y del Mal, Del Amor o el Odio como tampoco se puede negar la existencia de Dios y de Satanás.

¿Cómo juzgaríamos a cualquiera que estando condenado a muerte y le dijeran que si se hacía  amigo del juez que lo tendría que condenar, conseguiría el indulto, empezara a insultarle y odiarle?

Pues esto mismo puede que le suceda a todo aquel que sabiendo que tiene que morir y que no sería justo y razonable que todos buenos y malos nos fuéramos de rositas sin haber sido juzgados.

Si así sucediera, la vida no sería un Milagro, seria una brutal e inexplicable Canallada.

         Todos sabemos que Jesucristo siendo Dios se hizo hombre, algo inexplicable; pero muy comprensible, porque con una contradicción tan manifiesta de que todo un Dios tuviera que morir en cruz equilibraría nuestra balanza personal el día del Juicio final.

         ¿No sería muy razonable y hasta egoísta intentar conocer a Jesucristo y tratarlo con cariño y agradecimiento para que  nos eche una mano en esta perra vida y después LE podamos abrazar y nos abrace?



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