Estamos
rodeados de cosas que hace años eran completamente desconocidas, irrealizables e INCREÍBLES y ahora las usamos, como lo más natural, como los móviles,
la informática, las comunicaciones espaciales, y otras tantas.
Todas
las maravillas conocidas y las que nos faltan por conocer en el Macrocosmo y
Microcosmo nos están gritando que lo que
para nosotros es INCREÍBLE, lo ha hecho CREÍBLE Dios, aunque a veces no lo comprendamos
y tengamos dudas.
Tampoco comprendemos y nos parece increíble
que un avión se mantenga en el aire y nos embarcamos porque lo hacemos CREÍBLE al verlos volar.
Lo
más INCREÍBLE es que todo un DIOS haya tomado nuestra naturaleza humana,
naciendo Niño como todos; pero en un pesebre.
Que Jesucristo
nos enseñara el buen camino para la felicidad y que por amor a nosotros se
dejara Crucificar para redimirnos.
Y
que resucitado no se apareciera a los que LE habían condenado, sino sólo a unas
mujeres, a unos pobres pescadores a los que trató con tanto, habiendo sido abandonado y negado tres veces por el que recibiría las llaves
del Reino de los Cielos,
Y
antes de subir “A su Padre y nuestro
Padre, a su Dios y nuestro Dios, prometiera quedarse con nosotros hasta la
consumación de los siglos.
Promesa
que está cumpliendo al quedarse oculto en la Eucaristía , puesto que
también dijo que “Su delicia era estar con los hijos de los hombres”
Todo
esto se nos hace CREÍBLE por la FE que nos han transmitido, no
unos famosos, inteligentes y conspicuos historiadores manipuladores, como, a veces, suele suceder, sino por unos humildes
y honrados testigos de los acontecimientos, que en muchos episodios, que ellos
mismos nos cuentan, no salen muy bien parados y que si se lo hubieran
inventado, no lo deberían haber dejado escrito.
Todos ellos dieron sus vidas por certificar todo lo que contaban
y dejaban escrito.
También
la propia naturaleza nos está demostrando que al correr sangre humana por el
cuerpo de Jesucristo Dios y hombre verdadero que derramó en la Cruz , consiguió que por
nuestras venas pudiera correr la GRACIA SANTIFICANTE , que aunque es
INVISIBLE, cuando deja de correr porque no vivimos la FE , nos sentimos sumergidos en
un mar de angustias, miedos, zozobras, dudas, desesperanzas, que también son
INVISIBLES; pero que nos atormentan y sobre todo lo harán ETERNAMENTE.
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