Todos sabemos que las Ideas, la
energía Eléctrica, la Sísmica ,
la Atómica y
otras tantas, siendo invisibles, tienen un poder constructivo o destructivo
imparable cuando se manifiestan.
¡¡Lo que daría cualquier famoso por pasar desapercibido y poder disfrutar de su intimidad!!
Dios que es lo más grande y
poderoso estando PRESENTE, puesto que en “EL SOMOS, VIVIMOS y nos MOVEMOS” prefiere
permanecer OCULTO Día y Noche en la EUCARISTÍA sin sufrir el acoso ruidoso y molesto de una multitud que hoy le aclamaría y mañana LO ignoraría.
¿Cómo podríamos vivir y de qué nos
serviría si Dios estuviera siempre visible con todo su poder y magnificencia?
Estaríamos atónitos y paralizados los
CREYENTES ante tal grandiosidad, aunque es lo que realmente haremos cuando
pasemos de esta vida a la otra, ya que seremos como dioses.
Y para los que no quieren CREER en Dios
o no les interesa creer, dirían que estaban viendo visiones, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Hasta que llegue el momento de ver a Dios cara a cara, no tendremos más
remedio que vivir como Dios quiere que vivamos
. Jesucristo se tiene que conformar con
que una minoría silenciosa, que han
elegido o se han dejado elegir para vivir ENCERRADOS en monasterios cumpliendo
al pie de la letra la regla de San Benito: ORA et LABORA, o sea trabajando,
rezando y dedicando toda su vida a meditar y contemplar la grandeza INVISIBLE
de Dios y la muy VISIBLE y palpable de su creación y así ESTAR en el Señor que
es lo más elevado de la espiritualidad.
Aunque
Jesucristo anda en estos monasterios como entre ángeles que le dan poco
trabajo, lo que realmente prefiere y
desea es vivir entre nosotros, que para eso ha tomado nuestra naturaleza,
esperando que le dediquemos algunos momentos del día o de la noche en ponernos en contacto íntimo con ÉL y ofrecerle nuestro
granito de AMOR que por el haberlo tenido que obtener después de cribar mucha
tierra, será valorado de muchos Kilates.
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