San
Pablo que no conoció físicamente a Jesucristo como los demás apóstoles, es el
que más testimonios de su trato íntimo con Jesús, nos ha dejado escrito en sus
famosas cartas.
¿Deberíamos
aprender del amor que San Pablo tuvo a Jesucristo, con solo escuchar SU voz en
el camino de Damasco y a distancia, como lo tenemos nosotros por la FE ?
Leamos
cuándo y por qué dejó escrito esta famosa frase en su carta a los Filipenses:
“Cristo
será glorificado en mi cuerpo, por vida o por muerte
Que
para mi la vida es Cristo, y la muerte, ganancia
Y
aunque vivir en la carne es para mí trabajo fructuoso, todavía no sé qué elegir
Por
ambas partes me siento apretado, pues de un lado “deseo morir para estar con
Cristo” (Cupio dissolvi et esse cum Christo), que es mucho mejor; por otro,
quisiera permanecer en la carne, que es más necesario para vosotros”
El
jesuita Karl Rahner dijo que si en el
siglo XXI el cristiano no fuera un poco MÍSTICO, no se seria CRISTIANO,
Para
ser un poco místico no haría falta “Desear morir para estar con Cristo, porque
aun pueda ser necesario social o familiarmente, como confesó el mismo San Pablo
que quería permanecer vivo porque era necesario para los demás.
“Desear, al menos, vivir de tal forma que
Cristo permanezca dentro de uno mismo”“Cupio vivire ut Christus maneat in me”.
Estaría en el camino de lo MÍSTICO.
Desear
morir para estar con Cristo y así librarse de los sufrimientos de esta perra
vida es un tanto natural, deseable y que tiene una carga de FE muy importante,
porque CREE y sabe que, al estar en la presencia de Dios ETERNAMENTE gozará de una
felicidad INSOSPECHADA.
El
Desear morir para estar con Cristo por PURO AMOR como lo dijo el poeta:
Muéveme,
en fin, tu amor, y de tal manera
que
aunque no hubiera cielo yo te amara
y
aunque no hubiera infierno, te temiera.
No
me tienes que dar porque te quiera,
pues,
aunque lo que espero no esperara,
lo
mismo que te quiero te quisiera.
El
que sienta este AMOR por Cristo se le podrá llamar CRISTIANO.
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