Hoy que está de moda poder tutearse con cualquiera y si es de mucha categoría nos da prestigio y nos sentimos protegidos.
¿Por qué no nos tuteamos con Jesucristo que es Dios?
A los que COMULGAMOS todos los días o de vez en cuando.
¿Somos conscientes de que TENEMOS al mismo DIOS?
Me
voy a permitir glosar el siguiente motete eucarístico de Cesáreo Gabaráin.
“Tan
cerca de mí, tan cerca de mí,
Que
hasta TE puedo tocar,
Jesús
está aquí.
(Se
canta al ir a comulga; pero cuando tengamos a Jesús tan cerca que le podemos
TUTEAR, sería más íntimo hacerlo sin cantar ya en silencio.
Ya no busco a Cristo,
aunque como Dios, está en las alturas, mora ya en mí envuelto en la oscuridad
de un trozo de PAN)
Yo le contaré lo que me pasa,
como a mis amigos le hablaré.
yo no sé si es ÉL quien habita en mí
o soy yo quien habita en ÉL.
(Cuando se ama de verdad a Jesús y nos sentimos amados por
ÉL, ya existe un sólo amor, el de Dios)
Mírale
a tu lado caminando
en la alegría y en el dolor,
a tu lado va siempre, al caminar
El es tu amigo de verdad.
(Se
cuenta del jesuita Padre Rubio, ya canonizado, que un día al subir al Tranvía
de Madrid y pedir DOS billetes, el conductor se quedó perplejo al no ver más
que a UNO)
Nos sentiríamos más tranquilos y seguros si pensamos que
Jesús camina a nuestro lado, aunque no lo veamos
Yo al menos así me SIENTO siempre que lo PIENSO..
Yo al menos así me SIENTO siempre que lo PIENSO..
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