lunes, 20 de noviembre de 2017

PARA QUÉ SON LOS CUATRO CABALLOS DEL APOLIPSIS?

        “Así que el Cordero abrió el primer de los siete sellos, vi y oí a uno de los cuatro vivientes, que decía con voz de trueno: Ven. Miré y vi un caballo BLANCO, y el que montaba sobre él, tenia un arco. y le fue dada una corona (símbolo del AMOR, la CASTIDAD)

         Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo viviente, que decía. Ven. Salió otro caballo BERMEJO, y al que cabalgaba sobre él le fue concedido quitar la paz de la tierra (Símbolo de la OBEDIENCIA)

         Cuando abrió el  sello tercero, oí al tercer viviente que decía: Ven, Miré y vi un caballo NEGRO, y el que lo montaba tenía una balanza en la mano (símbolo de la POBREZA)

         Cuando abrió el sello cuarto, oí la voz del cuarto viviente, que decía: Ven, Miré y vi un caballo BAYO, y el que cabalgaba sobre él tenía por nombre MORTANDAD.

         Fueles dado poder sobre la cuarta parte de la tierra para MATAR por la espada (Por no haber guardado la CASTIDAD) y con el HAMBRE (Por haber preferido la RIQUEZA) y con la PESTE (Por haber DESOBEDECIDO) y con las FIERAS de la tierra.(Por haber sido atrapados por la MUERTE.” (Apocalipsis cap.6)
  
Si queremos llegar con seguridad a nuestro ÚLTIMO y definitivo destino tendremos que cabalgar:

         En el caballo NEGRO que es el de la POBREZA evitando que se nos encabrite y nos meta en el lodazal de las RIQUEZAS con sus poderes, ambiciones, usuras, corruptelas e injusticias.

En el BERMEJO que es un color rojizo, cabalgaremos OBEDIENTES y sumisos a lo que Dios nos mande; pero si se encabrita y nos tira a la rebelión, a ponerlo todo en cuestión y querer caminar por nuestra cuenta sin caballo, no sólo, no  llegaremos al final del camino, sino que  caminaremos a ciegas y sin rumbo.

         En el BLANCO símbolo de pureza o CASTIDAD trotaremos limpios, alegres y acariciados por una brisa descontaminada; pero si el caballo se pone farruco, entra en celos y nos arroja al barro de la promiscuidad, quedaremos atrapados en sus ciénagas y allí moriremos.

         El BAYO cuarto caballo que es la MUERTE nos perseguirá, temiendo siempre a que en cualquier momento se ponga al galope tendido y nos alcance inevitablemente, estando enfangados en las ciénagas.

         No cabe duda de que nuestros caballos de batalla son:

         Luchar para salir de la POBREZA honradamente.
         Procurar que los tsunamis del SEXO no nos invadan.
         Y que nuestras rebeldías no quebranten la OBEDIENCIA a Dios.

         Jesucristo vivió POBRE, CASTO y OBEDIENTE.

         Los que se consagran de por vida exclusivamente a Dios y aspiran a la perfección hacen voto de POBREZA, CASTIDAD y OBEDIENCIA.

        

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