“Y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mi. Y aunque al
presente vivo en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entrego
por mí”. Esto se lo escribió San Pablo a los Gálatas Cap.2 ver.20.
¿Por qué, San Pablo que no conoció personalmente a Jesús
como los demás discípulos, rezuma en
todas sus cartas, no un AMOR, sino, yo diría, un ENAMORAMIENTO tan profundo y
cariñoso de Jesús?
Porque, casi siempre, el AMOR a DISTANCIA es más profundo y
PERSISTENTE.
¡¡Que
lo digan los enamorados que no se pueden ver físicamente!!
Nosotros
tampoco hemos conocido físicamente a Jesucristo y erróneamente LO
suponemos LEJOS cuando lo deberíamos
tener a tiro de PENSAMIENTO, si de verdad estuviéramos enamorados de ÉL.
Muchos,
gracias a Dios, CREEN que Jesucristo está PRESENTE en la EUCARISTÍA; pero
¿Cuántos VIVEN y GOZAN de esa misteriosa y
realísima PRESENCIA?
Cuando
no se pueda GOZAR de esa presencia EUCARÍSTICA, que yo llamaría; casi FÍSICA,
podremos recurrir al AMOR a DISTANCIA que sería TENERLO en el PENSAMIENTO y en
el CORAZÓN que es lo que hacen los verdaderamente enamorados.
Jesucristo
que permanece oculto día y noche en los fríos y solitarios SAGRARIOS como
fuente de agua VIVA que mana, aunque nadie beba, DESEA ardientemente MORAR en la MENTE y corazón de sus hijos
porque allí es donde puede recibir algo de CALOR y trato humano.
¿Quién
no es capaz de aislarse UNOS minutos al día y PENSAR que tiene a Jesucristo tan
a tiro de PENSAMIENTO que LO tiene dentro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario