¿Por queé DIOS, que me creó sin MÍ, no me salvará sin MÍ?

           DIOS, que te CREÓ sin ti, no te SALVARÁ sin ti”

         Esto es lo que San Agustín AFIRMÓ y de quien se cuenta que paseando un día por la playa intentando comprender el misterio de la Santísima Trinidad, vio a un niño que estaba haciendo un hoyo en la arena de la playa que le dijo que tan difícil le sería  comprender lo que estaba pensando, como meter todo el océano en su hoyo.

         Como San Agustín es Doctor de la Iglesia, me hubiera gustado poder acceder a sus valiosos escritos, para ver si encontraba respuesta a mi siguiente pregunta:

         ¿Por qué Dios que no contó conmigo para darme esta, a veces, perra VIDA no me SALVARÁ sin mí.

         Pienso que en este mundo lo que se da GRATIS no se aprecia y además es igual a “Lo barato sale caro” porque al final, o es malo, feo y no vale nada.

         Dios nos pudo dar la VIDA terrenal y la SALVACIÓN eterna completamente GRATIS.

         ¿Sabríamos apreciar en toda su profundidad tal GRACIA?

         ¿Nos sentiríamos contentos y SATISFECHOS sin haber puesto nada de nuestra parte, nosotros que somos tan orgullosos tan soberbios y que no aceptamos nos humillen con una limosna?

         Hasta los ángeles tuvieron que poner algo de su parte para gozar de la presencia de Dios, porque se mantuvieron fieles a su Señor no siguiendo  a Luzbel y otros ángeles, que al querer ser como Dios, fueron arrojados al infierno.

         Nosotros cuando seamos SALVADOS, por los méritos de Jesucristo y por nuestro propios méritos, gozaremos de una Vida eterna con la satisfacción de que en algo hemos contribuido.

         Si lo CARO al final es BARATO y si  nuestra SALVACIÓN no ha costado mucho trabajo, será BARATO y eternamente GOZOSO.

         Dios, al darnos LA VIDA a cada uno con un amor infinito, quiere que seamos LIBRES para amarle u odiarle.

         No le importa el que muchos LE ignoren, no LO amen,

le desprecien el don de la vida, devolviéndoselo de mala manera y hasta que LE odien

         El agradecimiento y el amor de otros muchos que han vivido IMITANDO y a veces, hasta dando su vida  por AMOR a Jesucristo, le compensará con creces

                   El AMOR es infinitamente superior al ODIO.
                   
                   El Amor CONSTRUYE y el Odio DESTRUYE.


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