Si
el ser de extrema derecha significa denunciar todo lo denunciable a derechas e
izquierdas y proponer lo correcto, lo más justo, lo más ético, lo más humano,
que las Leyes Naturales estén por encima
de la Civiles
y que “Se obedezca a Dios antes que a
los hombres” entonces la
Iglesia es de extrema derecha.
La Iglesia es la más extremista de izquierdas y de derechas
porque predica y fomenta lo bueno que tiene la extrema derecha e izquierda y rechaza
todo lo malo que ambas tengan.
La
diferencia abismal que existe entre los extremismos que critica o propone la
Iglesia y las de algunos partidos, es que la iglesia, jamás
ni los IMPONE, ni los EXIGE ni los CASTIGA ni los hace con
REVOLUCIONES ni para conseguir PODER, porque sabe que el poder CORROMPE
y tiende al ABUSO..
Por
eso Jesucristo dijo que la
Iglesia sería siempre perseguida para evitar LA CORRUPCIÓN y el ABUSO y
así mantener ese OTRO PODER el del UN DIOS CRUCIFICADO que sin revoluciones ha
derrocado tantos imperios, y ha derribado tantos muros.
San
Ignacio pedía que los jesuitas fueran perseguidos, lo han sido y lo serán, para
que pudieran mantener ese otro poder
invisible el del ESPÍRITU.
Creo
que casi todo lo que critica y pide la extrema derecha y la izquierda, aunque
sea justo, apetitoso y deseable por la mayoría, es UTÓPICO y por lo tanto
IRREALIZABLE y si lo alcanzaran, podrían decir los
de ahora. “Otros vendrán que buenos nos harán”.
Yo
me atrevería a proponer a todos esos sinceros, buenos e inteligentes
extremistas que si algún día, llegaran democráticamente al poder, renunciaran a gobernar para no caer en el abuso y corruptelas
que siempre han criticado
Se deberían mantener siempre en una oposición
leal, justa, honrada. Inteligente, sin intereses partidista, sin demagogias y jamás con
revoluciones y otras manifestaciones similares,
Criticar
con razones, proponiendo no utopías populistas, sino realizables y sobre todo
para el bien de todos, RICOS y POBRES,
porque estamos sentenciados a caminar UNIDOS olvidándose de esa igualdad lineal,
si no queremos acabar siendo pobres todos.
Se
conseguiría una mayoría tan justa y aplastante que obtendría más poder que la
mayoría del Parlamento.
Todo
esto sería tan utópico e irrealizable como las utopías que están pidiendo los
extremistas porque el gobierno que se las concediera, acabaríamos TODOS en la RUINA..
Es muy fácil pedir y ofrecer cuando hay algo que DAR y OFRECER; pero antes de repartir equitativamente,
habría que tener RIQUEZA para repartir y para eso hay que saber CREAR empresas
RENTABLES y trabajadores pagados de acuerdo con los beneficios empresariales, y
que los sindicatos defendieran los DERECHOS de los asalariados; pero también
sus OBLIGACIONES..
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