Porque la muerte es la que nos abre la puerta para que
nuestra vida se transforme para bien o para mal.
Como
con la Muerte
invisible e insobornable, nuestra vida se prolongará eternamente nos
debería recordar que después de ella empezará otra vida con
sólo dos caminos, no paralelos sino completamente opuestos: Al Cielo o
al
Infierno.
Así
de claro y contundente por muy desagradable que nos sea reconocerlo.
¿Cómo
podremos tener la certeza de que existen el Cielo y el Infierno?
Los
Evangelios están plagados de testimonios en los que el Cielo y el Infierno son
protagonistas.
Jesucristo
habla en el Evangelio 15 veces del infierno y 14 veces dice que en infierno hay
fuego.
El
Buen Ladrón suplicó a Jesucristo clavado de pies y manos en la Cruz que se acordara de él cuando llegara a su Reino:
“HOY
MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO”
Fue
la respuesta más contundente de Jesucristo de que el Cielo existe
San
Pablo en su segunda carta a los Corintios capítulo 12 dijo:
“Si
es menester gloriarse, aunque no conviene, vendré a las visiones
:
“Se
de un hombre en Cristo que hace catorce años – si en el cuerpo, no lo sé; si
fuera del cuerpo, tampoco lo sé, Dios lo sabe – fue arrebatado hasta el tercer
cielo; y sé que este hombre – si en el cuerpo o fuera del cuerpo del cuerpo, no
lo sé, Dios lo sabe, - fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que
el hombre no puede decir.”
Cuando
estaban apedreando a San Esteban, dijo:
“Estoy
viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie, a la diestra de Dios”
Entres
las muchas visiones que tuvo Santa Teresa de Jesús del Cielo y el Infierno, voy
a transcribir resumidas las siguientes:
“Cuando supe que era
muerto nuestro Provincial, díome mucha turbación, porque temí su salvación.
Rogué a Dios por su alma.
Estando pidiendo esto al Señor, salía del profundo de la
tierra a mi lado derecho, y vile subir al Cielo con grandísima gloria.
El era ya bien viejo, mas vile de edad de treinta años y aun
menos me pareció, y con resplandor en el rostro”
“Murió cierta persona que había vivido harto mal y sin
confesión, mas con todo esto no me parecía a mí que se había de condenar.
Estando amortajando aquel cuerpo, vi muchos demonios tomar aquel cuerpo y parecía
que jugaban con él y con garfios grandes le trían de uno a otro.
Cuando echaron el cuerpo en la sepultura, era tanta la
multitud que estaban dentro para tomarle, que yo estaba fuera de mí de verlo”
Voltaire (Francisco Mª Arouet) que murió el 31 de Mayo de 1778 a los 84 años, que fue
un hombre impío y blasfemo y que tenía
por lema “Destruid a la infame” o sea a la Iglesia dijo:
Jesucristo necesitó doce apóstoles para propagar el
cristianismo, yo voy a demostrar que basta uno solo para destruirlo.
Pero se fue a la tumba sin conseguirlo.
En la hora de la muerte pidió un sacerdote; pero sus amigos
se lo impidieron.
Murió con horribles manifestaciones de desesperación,
bebiéndose sus propios excrementos, como cuenta la marquesa de Villete en cuya
casa murió.
Azaña, que tanto persiguió a la Iglesia , se confesó antes
de Morir.
Mons. Theas afirmó que confesó y le dio la extremaunción que
recibió con plena lucidez y por petición suya, en el Hotel du Midi de Montauban
(Francia) donde murió diciendo: “Dios mío, misericordia”
François Miterrant,, encarnizado anticlerical, agnóstico
duro y puro, quiso morir con los sacramentos de la Iglesia.
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