Porque
nacemos con proyección de FUTURO y jamás pensamos, cuando habrá que PENSAR.
Si en tiempo de los Profetas Isaías y Jeremías decían:
“La tierra está desierta
porque nadie piensa en su corazón “Desolata est terra quia nemo est qui
recogite in corde suo”.
La cuestión en todos los tiempos y ahora se está acentuando, es que no
PENSAMOS en el BIEN que construye, sino en el MAL que destruye.
¿Cuántos piensan en
trabajar con esfuerzo para estudiar una carrera, o en realizar un buen trabajo
para labrarse un buen porvenir por méritos propios, sin engaños, codazos o
zancadillas?
Algunos
sólo piensan en medrar y salir adelante
como sea, sin principios éticos, morales, religiosos sin escrúpulos y encima
triunfan, aunque no deberían ser envidiados porque posiblemente acaben mal.
El que
solamente piensa en darse la mejor vida procurándose toda clase de placeres,
riquezas y poderes, olvidándose por completo de los demás, ese tal será un infeliz ególatra que morirá olvidado de todos
porque nadie le amará sinceramente.
Por
desgracia, ¿Qué pocos son los que
piensan en investigar para conseguir algo que sea para bien de toda la humanidad, pasando así, sin
pretenderlo, a la historia y apreciado por todos?
El que
piense y consiga crear algo bello y artístico, habrá contribuido a que los
pueblos sean más cultos y civilizados.
El
que viva pensando solamente en lo de aquí abajo y jamás levante su
pensamiento hacia lo trascendente, será muy superficial y en el fondo no
podrá ser muy feliz a la larga, porque su vida real será muy corta.
Cuanto más grande, sublime y elevados sean los pensamientos de un hombre y trabaje con ahínco para que se conviertan en realidad, actuando como si todo dependiera de su esfuerzo; pero al mismo tiempo REZARA a Dios como si todo dependiera de la ayuda de lo alto, ese conseguirá más de lo que esperaba.
Cuanto más grande, sublime y elevados sean los pensamientos de un hombre y trabaje con ahínco para que se conviertan en realidad, actuando como si todo dependiera de su esfuerzo; pero al mismo tiempo REZARA a Dios como si todo dependiera de la ayuda de lo alto, ese conseguirá más de lo que esperaba.
El que no quiera caer en
depresiones y sepa salir adelante en medio de los múltiples problemas,
enfermedades y posibles tragedias, tendrá que saber vivir como le pidió Dios a
Abran que viviera:”Ambula coram me et
esto perfectus; “Camina en mi presencia y serás perfecto”; pero no en el
sentido de que debía caminar en SU presencia y además SER perfecto, sino que si
realmente caminaba en la presencia de Dios sería perfecto, porque si llevamos a
Dios a nuestra derecha, como lo llevaba el salmista
¿ QUIÉN O QUÉ CONTRA NOSOTROS?
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