Yo diría que la tarea más IMPORTANTE, que nos pueden
reportar muchos beneficios, y que muchos ni la ejecutan y los que la ejecutan
lo hacen para cumplir y aviar, es el REZAR.
Si los que asisten a la celebración de la Misa, Comulgan y al salir de la Iglesia no se dan cuenta de que han recibido nada menos que a DIOS y durante el día ni se acuerdan de lo GRANDE que es todo eso, no saben lo que se pierden; pero si de vez en cuando, PIENSAN que “Dios ANDA entre los pucheros” como decía Santa Teresa, SENTIRÁN su compañía.
No somos conscientes de que el REZAR es nada menos que
intentar entrar en CONTACTO con DIOS y eso exige concentración y plena apertura
de MENTE y CORAZÓN que es donde únicamente puede albergarse Jesucristo en la
intimidad.
Si los que asisten a la celebración de la Misa, Comulgan y al salir de la Iglesia no se dan cuenta de que han recibido nada menos que a DIOS y durante el día ni se acuerdan de lo GRANDE que es todo eso, no saben lo que se pierden; pero si de vez en cuando, PIENSAN que “Dios ANDA entre los pucheros” como decía Santa Teresa, SENTIRÁN su compañía.
“Tengo siempre al Señor en mi PRESENCIA,
LO tengo a mi derecha y así nunca tropiezo”.
¿Se puede estar mejor
acompañado y SEGURO de no TROPEZAR, como dijo el Salmista, cuando se ejecutan
las tareas por difíciles y trabajosas que sean?
A veces ponemos los cinco sentidos en casi todas las tareas
ordinarias y materiales y cuando nos creemos obligados a ir a la Iglesia, lo hacemos
rutinariamente y deseando salir, sin
advertir, que es lo más grande y fructífero que podemos hacer.
Si cuando somos conscientes de tal comportamiento, y lo
pensamos, ha llegado el momento de ELEVAR nuestro PENSAMIENTO y decirle a
Jesús, en lo más hondo de nuestro corazón que nos PERDONE y sobre todo que le AMAMOS.
El día que consigamos que Jesucristo o la Virgen sean nuestros
acompañantes en todas nuestras tareas, habremos tocado un poco el Cielo.
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