El que lea los Evangelios podrá comprobar que Jesucristo jamás MINTIÓ, ni cayó en ninguna CONTRADICCIÓN y nunca hizo el RIDÍCULO.
Esto demostraría que su comportamiento, como HOMBRE fue perfecto y como DIOS, de máxima autoridad y PODER en los MILAGROS que hizo
No fue lo mismo en sus debilidades HUMANAS que claramente lo reseñan sus
discípulos en los evangelios, demostrando así que lo que escribieron
fue verdad, aunque sea un tanto humillante para Jesús, pero nunca
ridícula
Jesús se DURMIÓ cuando el barco estaba azotado por un temporal y sus discípulos aterrados lo despertaron pidiéndole ayuda.
Sintió
HAMBRE después de cuarenta días de ayuno, dejándose TENTAR por Satanás y
sabemos con qué inteligencia y autoridad lo despachó.
En la muerte de su amigo Lázaro LLORÓ por el cariño humano que sentía, y cómo lo resucitó, puesto que también era DIOS.
Cuando le preguntaron si era LÍCITO pagar tributos, esperando una MENTIRA o CONTRADICCIÓN.
Todos sabemos lo de: Dar al CESAR lo que es del Cesar y a DIOS lo que es de Dios.
Cuando
la mujer adúltera le respondió que nadie la había acusado, Jesús le
dijo: yo tampoco te condeno. Vete y NO PEQUES MÁS y no le pidió una
CONFESIÓN.
Esta escena es CONDENATORIA para toda la humanidad que siempre andamos CONDENANDO a los demás cuando calladitos estaríamos más guapos.
Alguien puede pensar que el Lavatorio de Pies, fue algo HUMILLANTE, ignorando que lo que se hace HUMILDEMENTE, por voluntad propia y para darnos EJEMPLO de servicio es lo que más ENALTECE a Jesucristo.
Sólo hay un pasaje evangélico en el que, a primera vista, nos puede parecer Jesús un tanto POPULISTA. y por lo tanto ridículo.
Que
todo un Dios entre en Jerusalén el domingo de Ramos montado en un
POLLINO dejándose aclamar por la multitud enfervorizada, sabiendo que el
Viernes Santo, esa misma multitud pedirá su crucifixión,
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