lunes, 9 de febrero de 2009

LA INJUSTICIA TIENE MUCHO PODER Y NINGUNA AUTORIDAD

         La mayor injusticia que cometieron nuestros primero padres, fue querer quitarle a Dios su absoluta soberanía, porque engañados por Satanás, quisieron ser como Dios.

         Lo tenían todo en el Paraíso y desearon hasta lo que le correspondía exclusivamente a Dios.

        Fueron demasiado ambiciosos y como todo se hereda, he aquí que nosotros, unos más y otros menos, también somos ambiciosos y es lo peor que hemos heredado.

        Muy pocos se conforman con lo que tienen, casi todos queremos más.

        Las grandes potencias económicas en lugar de repartir entre las más necesitadas, algunas se aprovechan de la ignorancia y necesidad para seguir enriqueciéndose.

       Los partidos políticos son tan ambiciosos de poder y privilegios que no escatiman estrategias, mentiras y manipulaciones para, en lugar de gobernar para el bien común de todos los ciudadanos, hacen todo lo posible para criticar, y a ser posible, destruir a todo aquel que les descubra y reproche las injusticias que cometen con el pueblo.

     ¿Quién no ha cometido, por ambición, una injusticia social o familiar?

      Ser justo es difícil y a veces hasta heroico; pero la mayor alabanza que de alguien se puede hacer, es cuando se le puede señalar como un hombre justo y cabal.

      Dios tuvo que arrasar Sodoma porque no encontró en ella ni diez justos como se lo estaba pidiendo Abraham

      Dios quiera que no se esté fraguando la mayor injusticia. contra todo los españoles, porque unos pocos ambiciosos y caprichosos inquilinos quieran ser propietarios de unas parcelas sin  más derecho o autoridad que la que decida, no la Justicia, sino la  política. 


No hay comentarios: