“La Verdad es semejante a Dios: No se revela inmediatamente, sino que
debemos adivinarla a partir de sus manifestaciones” (GOETHE).
Porque la Verdad, aunque es Invisible, sólo se hace VISIBLE cuando uno se da de bruces con una
REALIDAD incuestionable,
Y DIOS que es invisible se nos hace PALPABLE por todo cuanto ha creado.
Con sólo mirar con atención una florecilla y
la toquemos, se nos hará Dios VISIBLE.
Por lo tanto todo aquel que diga: “No
creo en Dios porque no lo VEO ni lo TOCO será porque no lo quiera ni le interesa VER.
Cualquier Madre o Padre que tenga en
sus brazos un bebé recién nacido, no tendrá más remedio que reconocer que esa Vida
es UNA VERDAD Palpable y que ellos sólo han puesto con AMOR un óvulo y un espermatozoide.
Aquí se cumple, más o menos, lo que
dijo Goethe.
Una nueva VIDA por amor es la
MANIFESTACIÓN más VISIBLE y Palpable de Dios, porque DIOS ES AMOR.
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