martes, 14 de enero de 2020

DEL SENTIMIENTO AL CONSENTIMIENTO hay poco trecho, y del DICHO AL HECHO hay mucho trecho.



        Nadie puede evitar que la boca se le haga agua al oler un buen guiso si al momento se lo puede comer.

         Tampoco se puede evitar que ante una persona bellísima se sienta cierto enamoramiento y se lance al consentimiento y deseo consumado.

         Sentir DESEO de algo placentero; pero sin consentimiento no es pecado.

        Por eso en el Padre Nuestro decimos  NO NOS DEJES CAER en la tentación y  LÍBRANOS DEL MAL y no pedimos que nos QUITE las TENTACIONES

         Porque el sentir DESEO de algo PROHIBIDO es otro instinto, como sería el de comer, que no está prohibido, siempre que no se sea GULA y para eso Dios nos ha dotado de la LIBERTAD y la INTELIGENCIA para elegir lo que más convenga al cuerpo y al ALMA. 

         También existe el “Del DICHO al hecho hay MUCHO TRECHO,  o sea “Obras son amores y no  buenas razones”

         Estamos viviendo unos momentos políticos en los que los DICHOS, las Promesas y muchas palabras  que nos abruman y podemos sentirnos contentos y consentir y aceptar todo cuanto nos proponen sin molestarnos en razonar.

         Si vamos a bordo de un barco que ha estado a pique de hundirse, pero que una nueva tripulación, con sus fallos y errores lo han sacado a flote y de pronto unos cuantos compañeros de viaje desconocidos, inexpertos, un tanto ambiciosos, sin pocos principios éticos, morales y religiosos quieren de la noche a la mañana, hacerse con el mando del barco para llevarnos a un puerto desconocido por unos mares procelosos.

         ¿Qué deberíamos hacer? ¿Un motín a bordo?

         ¿O usar la inteligencia, la sensatez, el bien de TODOS y sobre todo recordar lo que Nietzsche dijo:

           "Todos los CAMBIOS que se han hecho mediante revoluciones y queriendo crear un PARAÍSO han terminado en un INFIERNO" 

      AVISO PARA EXPERTOS Y HONRADOS NAVEGANTES



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