martes, 8 de diciembre de 2020

¿NOS VE Y NOS ESCUCHA JESUCRISTO Y LA VIRGEN?

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          En Diciembre del 1.925 mi hermana mayor viajó a Madrid con mi hermano de dos años para operarse de la Trepanación y al llegar y no ver nadie en el andén, perdió el habla que recuperó cuando encontró a mis primas que la estaban esperando

          Tal día, como hoy, festividad de la Inmaculada, murió mi hermano por la mañana en el Hospital del Niño Jesús de Madrid y yo nací, por la tarde, en Linares

              Ante tales acontecimientos, mi padre, que murió a los nueve meses  dijo:

             Este será el más feliz 

             Yo a los cuatro o cinco años estando en la Catequesis que la hacíamos en la Ermita de la Virgen, fijé mi  vista hacia una bóveda y sentí como sería el Cielo y lo tengo grabado como si hubiera sido ayer.

             Tendría yo unos 17 años, un domingo de invierno, y lo sé porque me daba  el sol en la acera por donde venía de la Iglesia de oír Misa y  comulgar, distraído, cuando de pronto, como un chispazo, SENTÍ a Dios presente muy dentro de mí.

             Otro domingo, por esas  fechas, al salir de presenciar un partido de fútbol, entré en la Ermita de la Virgen que estaba cerca del campo, para hacer la visita al Santísimo que todos los días realizaba en mi Parroquia

               Nada más entrar me arrodillé en el último banco, distraído y con prisas porque me esperaban mis amigos para ir al cine.

              Al observar que el Santísimo estaba en Exposición Menor, SENTÍ, no sé cómo que allí estaba PRESENTE Jesucristo.

             Angustiado porque mi hermana mayor tenía que viajar a Madrid para operarse un quiste hidatídico, entré una tarde en la Iglesia para hacer la visita de todos los días e hice la promesa de no ir al cine durante dos meses, única diversión por aquellos tiempos, y  ¡también dije,así de pasada:

             Señor si mi hermana se salva y TÚ me llamas, TE SEGUIRÉ.

              Yo estaba enamorado platónicamente, lo permitido por la edad y por los tiempos, cuando de un modo casual cayeron en mis manos unas revistillas de "Broma y de Veras" tituladas "Valientes" y "Dios lo quiere"

            De una manera misteriosa se produjo en mi interior un deseo tan profundo de dedicar mi vida por completo al servicio de Jesucristo y llegar a ser misionero de infieles, que fui aceptado en la Compañía de Jesús, en donde pasé los mejores 14 años de mi vida de sacrificios, renuncias, pobre, casto y obediente, habiendo dejado mi trabajo en una oficina donde empecé a trabajar a los 14 y la dejé a los 18  con un buen futuro.

             Cuando le dije a mi madre que quería irme con los Jesuitas, me dijo:

             Hijo mío, si Dios se ha llevado a todos tus hermanos y ahora te llama .SÍGUELO

             Como dos veces fue admitida mi solicitud de ser enviado a Misiones y por causas ajenas a mi persona, no se cumplió mi deseo,  le dije a mi Padre espiritual al empezar la teología, que si antes de ordenarme de Sacerdote, surgía algo extraño inesperado, era señal de que Jesucristo no me había llamado y que por lo tanto no debería ordenarme a lo que el padre me dijo que eso era tentar a Dios.

              Como sucedió lo  inexplicable y previa consulta con el Padre y algunas deliberaciones, abandoné la Compañía, olvidando por completo que yo también había hecho  la PROMESA de seguir a Jesucristo, si me casado y con tres hijas, que son mis cuatro Custodios y una nieta que es querubín.

               Pasados los años he comprendido que Dios no me quisiera que yo fuera enviado a misiones porque no era apto para una MISIÓN tan llamaba y que me llamó, hechos que sólo recordé cuando murió esa hermana,

               Cada día compruebo que mi MISIÓN era hacer lo que hago.

               El 4 de Marzo tuve una prueba de que lo que hago es del del agrado de Dios, porque ese día durmiendo la siesta, empecé, no sé si leyendo que el Papa Inocencio segundo fue descubierto que tenía relaciones con la mujer de Bernini. que fue excomulgado, condenado y que murió arrepentido.

                 Despierto y perplejo, abrí el ordenador para verificar si lo que me había sucedido, era verdad o había sido imaginación de algo que yo jamás había sabido y efectivamente fue verdad.

                Como tenía un escrito preparado para publicar, titulado "Por qué todos tenemos un poco de Poeta, de Político y de Santo" en el que hacía referencia de lo de Judas, creí que vendría muy bien, dados los tiempos, que lo añadiera al artículo que publiqué al día siguiente.

               Tengo  publicados en mi página "Miscelánea Religiosa" desde el año 2009 a hoy 2157 artículos que han sido leídos por 311,148, con la particularidad de que  muchos, creo yo, que son Seminarios o Agrupaciones Religiosas.

                 Entre los muchos que me visitan, hace meses que unos Italianos me leen  unos 80 o 90 y de Estados Unidos que me han visitado,  el viernes pasado fueron 148 y otros de muchos países.

                 Ante tal panorama no puedo dejar de pensar que si yo ingresé en la  Compañía de Jesús para predicar el Evangelio a los ignorantes, ahora, sin pretenderlo lo estoy haciendo con los que serán MISIONEROS. 

                   Con todo esto queda demostrado que Jesucristo y la Virgen no me han dejado ni un minuto de VERME y OÍRME y yo de estar siempre a la VISTA  

 

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