miércoles, 17 de junio de 2020

¿CUÁL FUE LA TRILOGÍA CASTELLANA MÁS EMBLEMÁTICA?

   

        Avila, Fontiveros, Madrigal de las Altas Torres, fue la  Castellana trilogía de Teresa, Juan e Isabel. Geográfica y personal pirámide que ahondaron y ensancharon España, porque Dios  andaba a sus anchas.

      ¿Haría falta hoy que Teresa recorriera de nuevo España enseñando y viviendo:

     “Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero, que muero porque no muero”?

      Así aprenderíamos a no vivir por vivir, o a morir por morir, y nos recitara aquellas coplillas suyas:
           
              Nada te turbe
              Nada te espante,
              Todo se pasa,
              Dios no se muda,
              La paciencia todo lo alcanza;
              Quien a Dios tiene, nada le falta
              Sólo Dios basta.

       Que Juan de la Cruz nos sacara de la noche oscura del cuerpo, para meternos en la noche clara del alma.

       Que su “llama de amor vivo” nos iluminara nuevas esperanzas, matara tantos egoísmos y nos centrara  en el hondón del alma, quemara las alas de este mundo que tan angustiado y confuso anda, porque apenas quedan hombres, todos somos máquinas.

       No sabemos lo que es el amor, la represión y la templanza.

       Nos avergonzamos de Cristo crucificado y de los sentimientos nobles del alma.

       La tierra en que vivimos, la tenemos minada de odios y vilezas y, aun así, no levantamos la mirada para que cuando salte hecha añicos, sólo se quiebren las máquinas y no los hombres, que para eso tienen alma.

       La tierra no es nuestro sepulcro, es el primero y último peldaño para subir al eterno mundo. Y nos recordara aquello de:

“            Olvido de la criado,
              memoria del Creador,
              atención a lo interior,
              y estarse amando al AMADO”.

       Que Isabel se asomara desde su atalaya y estrechara en sus brazos TODAS las Españas, derribara injustos privilegios, socavase criminales revanchas y nos lanzara a la conquista de nuevos mundos, aunque ya no los haya.

       Hemos nacido para ser conquistadores y no para ser dominados por utópicas ideologías, por hombres sin conciencia y miras muy bajas.

       Dios casi no tiene amigos en España, muy pocos quieren ser santos o héroes, eso es de épocas pasadas, de hombres de grandes renuncias y que no estafaron a España.

      Si las tierras son malditas o santas por los hombres que en ellas vivieron. Si en Palestina está Tierra Santa,

        ¿Cuando podremos decir que ESPAÑA vuelve a ser TIERRA SANTA.?

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