Porque Dios bien claro dijo que nos debemos AMAR ENTRE NOSOTROS
Por lo tanto la CONVIVENCIA es Ley Divina y humana.
Pero ya que en este mundo nadie da una puntada sin hilo, habrá que saber buscar la mejor PUNTADA y con el mejor HILO si se quiere conseguir algo que merezca la pena.
¿Qué se consigue en esas largas, ficticias, interesadas y presumidas conversaciones y trato con los amigos y, o compañeros de trabajo?
Casi siempre mutuas críticas, codazos, zancadillas o íntimas y peligrosas relaciones.
¿Qué se adelanta con disputar de política, de economía y de tantas cosas en las que no se pinta nada?
Pérdida de tiempo, impotencia, indignación y cabreo.
Queda de manifiesto que el AMARSE y AMASARSE si no se cosen con los hilos de la TOLERANCIA, HONRADEZ y mutuos SACRIFICIOS no se conseguirá el amarse y amasarse.
La necesaria convivencia cívica se hace tan difícil, complicada y, o enfrentada porque no sabemos ni queremos que Dios intervenga en ese amarse y amasarse.
No es fácil conseguir que el trato con Dios sea MÁS RENTABLE porque apenas nos ACORDAMOS de ÉL.
A los hombres los tenemos hasta en la sopa; pero ¿A Dios? a veces ni se sabe, ignorando que está dentro de nosotros; pero, a veces, ese trato con los demás es tan acuciante y externo que impide dar el trato que se merece el tan "INSIGNE HUÉSPED" del alma.
¿Cuántas veces, al día, PENSAMOS que Dios EXISTE y que es más REAL que el SOL que nos ilumina?
Sólo ese fugaz y esporádico PENSAMIENTO nos podrá dar MÁS RENDIMIENTO de tranquilidad y gozo al saber que estamos en las manos de Dios que es nuestro PADRE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario