El mundo está compuesto de males y bienes en la sociedad y hasta en la
ciencia, como en la energía eléctrica, se da lo positivo y lo negativo,
en la ley de la gravedad, lo que atrae y lo atraído y otras tantas leyes
naturales.
Somos materia palpable y espíritu, que aunque ni se vea, ni se palpe,
buenas faenas nos hace con las depresiones y otras lindeces.
Si se dice que hay que ver para creer, no podremos negar que estamos viendo, palpando y gozando de todas las maravillas que nos rodean creadas por Dios, con las que, a veces, gozamos por venir de Dios, o las sufrimos porque interviene Satanás.
Si se dice que hay que ver para creer, no podremos negar que estamos viendo, palpando y gozando de todas las maravillas que nos rodean creadas por Dios, con las que, a veces, gozamos por venir de Dios, o las sufrimos porque interviene Satanás.
Vivir la fe a tiempo parcial no
quiere decir que un tiempo creamos en Dios y otra en Satanás lo que
vulgarmente decimos “Una vela a Dios y otras al Diablo.”
El mundo está compuesto de males y bienes en la sociedad y hasta en la ciencia, como en la energía eléctrica, se da lo positivo y lo negativo, en la ley de la gravedad, lo que atrae y lo atraído y otras tantas leyes naturales.
Somos materia palpable y espíritu, que aunque ni se vea, ni se palpe, buenas faenas nos hace con las depresiones y otras lindeces.
Si se dice que hay que ver para creer, no podremos negar que estamos viendo, palpando y gozando de todas las maravillas que nos rodean creadas por Dios, con las que, a veces, gozamos por venir de Dios, o las sufrimos porque interviene Satanás.
No tenemos más remedio que CREER si somos un poco razonables que existen estos dos poderes: DIOS y Satanás, aunque diametral opuestos, enfrentados y con una diferencia ABISMAL.
En DIOS, como único creador, es positivo en todo, ama y defiende la vida por encima de todo.
Satanás es letalmente DESTRUCTIVO, odia la vida y sus secuaces le ayudan en su cometido.
El hecho de tener que creer en Dios y en Satanás no implica ni mucho menos tratarlos por igual cuando decimos “Una vela a Dios y otra al Diablo.”
Si no queremos andar por este mundo en tinieblas, no tendremos mas remedio que tener encendidas toda la VELAS a Dios y al Diablo dejarlo en la oscuridad del odo y estar muy atentos a no caer en sus redes, que a veces son muy sutiles y engañosas.
Tener FE a tiempo completo, quiere decir que en todas las circunstancias favorables o adversas en nuestra vida, la FE sea el gran FARO que nos GUÍE a la ISLA paradisíaca.
El mundo está compuesto de males y bienes en la sociedad y hasta en la ciencia, como en la energía eléctrica, se da lo positivo y lo negativo, en la ley de la gravedad, lo que atrae y lo atraído y otras tantas leyes naturales.
Somos materia palpable y espíritu, que aunque ni se vea, ni se palpe, buenas faenas nos hace con las depresiones y otras lindeces.
Si se dice que hay que ver para creer, no podremos negar que estamos viendo, palpando y gozando de todas las maravillas que nos rodean creadas por Dios, con las que, a veces, gozamos por venir de Dios, o las sufrimos porque interviene Satanás.
No tenemos más remedio que CREER si somos un poco razonables que existen estos dos poderes: DIOS y Satanás, aunque diametral opuestos, enfrentados y con una diferencia ABISMAL.
En DIOS, como único creador, es positivo en todo, ama y defiende la vida por encima de todo.
Satanás es letalmente DESTRUCTIVO, odia la vida y sus secuaces le ayudan en su cometido.
El hecho de tener que creer en Dios y en Satanás no implica ni mucho menos tratarlos por igual cuando decimos “Una vela a Dios y otra al Diablo.”
Si no queremos andar por este mundo en tinieblas, no tendremos mas remedio que tener encendidas toda la VELAS a Dios y al Diablo dejarlo en la oscuridad del odo y estar muy atentos a no caer en sus redes, que a veces son muy sutiles y engañosas.
Tener FE a tiempo completo, quiere decir que en todas las circunstancias favorables o adversas en nuestra vida, la FE sea el gran FARO que nos GUÍE a la ISLA paradisíaca.
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