En
un encuentro de matrimonios, le preguntaron a una participante:
¿Te hace verdaderamente feliz tu
esposo?. Este alzó ligeramente el cuello en señal de seguridad; sabía que su
esposa diría que sí, pues ella jamás se había quejado durante su matrimonio.
Sin embargo, la esposa respondió con
un rotundo NO. No me hace feliz.
El esposo no sabía dónde meterse.
El esposo no sabía dónde meterse.
No me hace feliz – continuó- la esposa.
Yo soy feliz. El que yo sea feliz o no, eso no depende de él, sino de mí.
Yo soy la única persona de quien
depende mi felicidad, yo determino ser feliz en cada situación de mi vida, pues
si mi felicidad dependiera de alguna persona, cosa o circunstancia, estaría yo
en serios problemas.
Todo lo que existe en esta vida cambia continuamente. Sin embargo,
a través de toda mi vida he aprendido algo:que sólo existen la verdades ETERNAS, como son:
Amar, Perdonar, Ayudar, Comprender, Aceptar, Consolar, Recordar.
Con lo que queda de manifiesto que la felicidad propia está en conseguir la felicidad del otro,
Siempre se ha dicho que es más Feliz dar que recibir, porque si da es porque tiene, y nos parecemos a Dios, que nos da muchísimo MAS de lo que recibe.
Alguien podría pensar que todo esto es muy bonito, pero ¿Cómo se puede ser feliz ante el dolor y tantos problemas?
A
lo que alguien le podría responder: es la Voluntad de Dios que
suena extraño y cruel.
Por lo tanto más bien aprender a
sufrir el sufrimiento porque Dios está presente
El maestro Eckhart famoso dominico del siglo XIV dijo:
El maestro Eckhart famoso dominico del siglo XIV dijo:
“Todo lo que el hombre sufre por
Dios, lo sufre también en Dios.
Y Dios participa del dolor si mi
sufrir esta en Dios mismo.
¿Cómo puede ser el sufrimiento un
dolor cuando deja de ser doloroso?.
Mi dolor está en Dios: Dios es mi dolor”.
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