Ya que si queremos salir vivos de
esta encerrona, como si fuéramos monjes o monjas de clausura, nos están sirviendo en bandeja el poder convertir en algo bendito, aunque sea forzoso, dado que los humanos, cuando
somos un poco inteligentes y creyentes,
aceptamos el “No hay mal que por bien no
venga
Si comprobamos que los que nos
Gobiernan se ocupan de darnos una vida más digna, ignorando a veces, que Dios
también tiene derecho a darnos una vida superior.
Se nos está ofreciendo un TIEMPO de oro para que leyendo y sobre todo meditando
los Evangelios lejos del mundanal ruido y aunque sin poder visitar a Jesucristo y recibirlo PERSONALMENTE, sabemos que nos dijo:
No andéis buscando a Dios aquí o
allí porque está dentro de vosotros y nos prometió que estaría con nosotros
todos los días hasta la consumación de los siglos y el ESTAR significa
presencia física.
Habrá llegado el momento de
SUPLICARLE a Jesucristo en la intimidad.
Líbranos del Coronavirus, como lo hicistes con tus discípulos, estando tu dormido, cuando te dijeron: “ Domine, Salva nos perimus". que naufragamos.
.
El que tenga tiempo y ganas, que lea el diálogo que
mantuvo Jesucristo con Nicodemo y la Samaritana como lo cuenta San Juan en los
capítulos 3 y 4 de su Evangelio
Por si alguien no tiene el Evangelio y
no pueda salir a comprarlo, voy transcribir un resume del diálogo que mantuvo Jesucristo con Nicodemo principal entre los judíos, que vino de
noche a Jesús y le dijo:
-
Rabbi, sabemos que has venido como maestro de parte de Dios, pues nadie hace
esos milagros que tú haces si Dios no está con él.
-
A la manera que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es preciso que
sea levantado el Hijo del hombre para que todo el que creyere en EL tenga la
vida ETERNA, porque tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para
que todo el que crea en EL no perezca, sino que tenga la VIDA ETERNA.
Jesús fatigado del camino se
sentó junto a la fuente, y llega una mujer de Samaría a sacar agua y Jesús le
dice.
– Dame de beber,
, -¿Cómo tú, siendo judío me pides de beber a mí, mujer samaritana?
– Dame de beber,
, -¿Cómo tú, siendo judío me pides de beber a mí, mujer samaritana?
- Si conocierais el don de
Dios y quién es el que te dice dame de beber, tu le pedirías a EL y EL te daría
a ti agua viva.
- Señor no tienes con qué sacar el agua y
el pozo es hondo. ¿De dónde te viene esa agua viva?
- Quien bebe de esta agua
volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le diere no tendrá jamás
sed, que el agua que yo le dé se hará en él
una fuente que salte hasta la VIDA ETERNA.
MEDITAR y SUPLICAR
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