Si Jesucristo nos dijo que si tuviéramos FEcomo un grano de mostaza, podríamos decir a este monte:Vete de aquí allá, y se iría, y nada os sería imposible. (Mt. cap. 17, 20)
Ahora que estamos obligados a vivir lejos del mundanal ruido como si fuéramos monjas y monjes y por lo tanto con mucho tiempo muerto, podríamos darle vida rezando el Santo Rosario en familia y se produjera el Milagro de vernos YA en la calle, pasaríamos a la historia.
Tengamos en cuenta que el Primer Milagro que hizo Jesucristo, fue en Caná porque la Santísima Virgen María lo obligó.
Y que Jesucristo hizo los milagro porque se lo PIDIERON y por la FE que tuvieron los que se lo pidieron.
Sepan que varias cadenas televisan a las siete de tarde el rezo del Santo Rosario y la Misa a continuación.
Nuestro insigne don Miguel de Unamuno que se reconoció agnóstico convencido. dejó escrita en su magnífica obra póstuma"Diario íntimo las frases más bellas sobre la Madre de Dios.
"Pasan imperios, teorías, glorias, mundos enteros y quedan en entera calma la eterna Maternidad, el misterio de la pureza de fecundidad (...)
He llegado hasta el ateísmo intelectual, hasta imaginar un mundo sin Dios; pero ahora veo que siempre conservé una oculta fe en la Virgen María
En momentos de apuros se me escapaba maquinalmente del pecho la exclamación: Madre de Misericordia, favoráceme, Racionalice la fe.
Quise hacerme dueño y no esclavo de ella, y así llegué a la esclavitud en vez de llegar a la libertad en Cristo (...)
La oración es la única fuente de la posible comprensión del misterio: !El Rosario! !!Rezar meditando los misterios!
No utilizarlos ni escudriñarlos sobre los libros, sino meditarlos de rodillas y rezando. Éste es el camino"
Para animarnos a intentar hacer el milagro nos convendría saber algo de la historia de las distintas apariciones y favores que ha hecho y sigue haciendo la Madre de Dios .
"La Virgen María se apareció a Santo Domingo de Guzmán en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) el año 1.208, con un rosario en la mano y allí mismo le pidió que predicara a los hombres la bondad de rezar el rosario cada día.
El Santo se lo enseñó a los soldados del ejército que lideraba Simón IV de Monfort y gracias a ello venció en la batalla de Muret.
Monfort rápidamente erigió la primera capilla que llevó el nombre de la Virgen del Rosario.
León XIII le dedicó una encíclica tan fervorosa que se ganó el sobrenombre de “el Papa del Rosario”.
En sus apariciones en Lourdes (1858) y en Fátima (1917), la Virgen volvió a pedir que se rezara el rosario y Juan Pablo II manifestó que era su oración preferida.
A REZAR TODOS EL ROSARIO SI QUEREMOS HACER EL MILAGRO
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