miércoles, 22 de abril de 2020

LOS SEIS PODERES ENFRENTADOS Y CONDENADOS A ENTENDERSE

      
        Si nuestro Cuerpo y nuestra Alma, vivieran siempre unidas sin darle al cuerpo tantos caprichos en detrimento del Alma,

        Y se nos educara  por igual en lo que atañe al cuerpo como las del alma, seríamos humanamente divinos

        Si el Estado Laico en lugar de atacar a la Iglesia y a sus seguidores, la Iglesia hiciera lo indecible para conseguir con inteligencia y sin enfrentamientos, mutuos acuerdos en beneficio del pueblo y no a sus intereses, saldríamos ganando todos viviendo en Paz y en Gloria de Dios, como se dice

       Si el Poder del Partido en el Gobierno y el Poder del Pueblo, no vivieran enfrentados con manifestaciones callejeras, podríamos pasear tranquilos

      Todo esto sería una utopías realizable si desapareciera por completo el odio y el ansia de revanchismo de una parte y dejara de legislar, para herir sentimientos muy profundos de otros muchos millones, .

     ¿Por qué el empeño de llamar Matrimonio la unión de dos hombres o dos mujeres, cuando hubiera sido tan fácil llamarla UNIÓN de pareja?

       Han creado inútiles enfrentamientos. ¿Dónde está el diálogo y el talante conciliador?

     ¿Por qué se quiere imponer una educación libertaria, sin Religión sin esfuerzo sin sacrificio, sin fundamento como sería el santo temor de Dios, que es el principio de la sabiduría y cuando se producen los desmanes y violencias que estamos sufriendo y se tengan  que apagar con más policías y cárceles y no en los despachos?

     ¿Por qué se permiten y fomentan los botellones y al mismo tiempo se legisla prohibiendo la venta de alcohol a los menores?

¿  ¿Por qué se le permite a una niña abortar sin el consentimiento de los padres y no la puedan operar de cualquier otra enfermedad sin la autorización de los padres?

     Se están dando tantas contradicciones en legislar, que da la sensación de que se legisla a lo loco, porque a lo loco se vive mejor o porque se quiere ir contra la Iglesia.

     La Iglesia no tiene más poder que su palabra y sus miembros docentes, que apenas cobran para mal vivir, porque si vivieran tan bien como algunos piensan, los Seminarios y Conventos estarían a tope, dado el paro que hay.

   ¿Por qué se le quiere marginar y se le odia tanto, cuando la Iglesia es la que tiene más obras sociales, y todo a cambio de odio y desprecio?

    Sería saludable para todos que se escucharan las palabras, que, más o menos, pronunció José Bono, de que el partido se tendría que renovar incluyendo en su programa algo del cristianismo.

    Recuerdo que cuando iba a la escuela pública y sin crucifijos, mis adversarios políticos me decían que Jesucristo fue el primer socialista.

    Si así lo siguen creyendo ¿Por qué no lo imitan?

    Entonces podría sonar esa campana llamándonos a la unión y a la hermandad y se daría el progreso auténtico.

    No cabe duda de que el Partido que esté más cerca de la Iglesia, aunque, parezca mentira, conseguirá más votos.

    Porque, gracias a Dios, todavía existen muchos CREYENTES anónimos; pero inteligentes, que a la hora de la verdad, como el creer no cuesta dinero, votan en CONCIENCIA.

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