Puesto que el mundo de ARRIBA y el de ABAJO están destinados a entenderse sólo la
FE, ESPERANZA y el AMOR nos pueden ofrecer ese TERCER MUNDO desconocido e invisible, pero que bien nos lo prometió Jesucristo que es Dios cuando dijo:
El que tenga FE, como un gramo de mostaza, podrá mover hasta montañas.
En todos sus milagros, nuca dijo: Yo te he curado, sino TU FE te ha curado.
Pero si nuestra FE, es como por andar por casa, que en cuando se sale a la calle y se topa con las manipulaciones, adversidades, sufrimientos y, a veces, tragedias,se duda de tal modo que se caen en la tentación de la incredulidad.
Dudas y tentaciones contra la fe la han tenido hasta los santos; pero jamás han caído en la INCREDULIDAD porque no sólo han TENIDO FE, sino sobre todo porque la HAN VIVIDO.
Ni las dudas y vacilaciones deberían borrar nuestras VIVENCIAS DE FE si está bien arraigadas en lo más profundo de nuestro ser.
La presencia oculta e invisible de Jesucristo en la EUCARISTÍA es el tesoro escondido del que habla el Evangelio, porque bien claro Jesucristo dijo:
El Come mi carne y bebe mi sangre,MORA en MÍ y YO en ÉL
El día que esa presencia OCULTA se convierta en REALIDAD permanente en nuestras vidas, esa FE de andar por casa, habrá conseguido el CIELO en su momento y en la tierra una TRANQUILIDAD a prueba de bomba,
Porque habremos vivido con JESUCRISTO que nos prometió ESTAR con nosotros todos los días y el estar significa presencia física.y acabaremos estando con Dios y por toda la ETERNIDAD.
VIVIR DE FE OBLIGA A QUE DIOS VIVA EN NOSOTROS
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