Partiendo de la base de que Dios no tiene Acepción de Personas. TODOS podemos y deberíamos amar a Dios SOBRE TODAS LAS COSAS
Como el “Creced y Multiplicaos” fue un mandato de Dios, nos lo puso, al principio, muy fácil y apetitoso.
La “Luna de Miel” y otros muchos ja, ja, en los que todo sale a pedir de boca nos pueden alejar de Dios y por lo tanto de su amistad.
Pero como Dios lo que desea es nuestra amistad y no para su bien, que lo tiene todo, sino para el nuestro, permite, por ley de vida, que surjan problemas económicos, los hijos, la convivencia familiar etc,etc. que a veces exige más dominio de uno mismo, que el célibe tiene luchar para mantener su Celibato.
Se acaba el ja, ja, y empiezan los lamentos, las dificultades, las impotencias y entonces puede que empiece el periodo más SUBLIME de nuestra vida: BUSCAR, CONOCER y AMAR a Jesucristo y a su Madre que también es nuestra y conseguir con su ayuda AMAR a DIOS sobre las inevitables COSAS materiales nos aparten de las cosas de Dios
Los que hacen voto de Castidad para dedicarse exclusivamente al servicio de DIOS y no al de la FAMILIA, lo suelen pasar muy mal a los comienzos por las muchas renuncias, sacrificios, privaciones y largos años de formación eclesiástica.
Si durante ese periodo, en el que lo más importante es CONOCER y AMAR en profundidad a Jesucristo y llegar a ser verdadero AMIGO de DIOS, todo lo que después le venga, si sigue siendo un HOMBRE de DIOS evitará contagiarse de los pecados que tiene que perdonar en el confesionario y con el trato cariñoso, sin pasarse, que tiene que dar por la CURA de ALMAS .
Luego los dos ESTADOS u OPCIONES en la viña del Señor tienen las mismas facilidades y dificultades para TENER y PERMANECER en la AMISTAD con DIOS; aunque en distintos tiempos.
El Célibe tiene que conseguir la amistad con Dios al PRINCIPIO y sobre todo mantenerla SIEMPRE.
El Casado si quiere ser un BUEN PADRE, antes tiene que haber sido y seguir siendo un BUEN HIJO DE DIOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario