jueves, 10 de septiembre de 2020

DIOS SI QUE NOS OBEDECE

         
       Si hacemos un recorrido por la historia de la humanidad desde sus comienzos a   nuestros días, comprobaremos que casi todos los males que sufrieron nuestros antepasados y sufrimos ahora es por culpa de nuestras desobediencias y rebeldías.

       Fuimos arrojados del Paraíso por le desobediencia de Adán y Eva.

       Los Judíos escogidos por Dios como pueblo predilecto, no supieron obedecer a esa predilección.

       Los grandes imperios desaparecieron porque se enfrentaron a Dios, ignorándolo, o hasta odiarlo.

      No tenemos ningún poder si no conseguimos asociarnos para huelgas y reclamaciones justas no atendidas cuando las hacemos individualmente.

      Los poderes políticos, judiciales, policiales, fiscales y sociales nos traen por la calle de la amargura y ante los cuales nos sentimos indefensos.

      Existen varios poderes que están en nuestras manos, como sería, cuando hay elecciones, el poder VOTAR sabiendo que es un cheque en blanco que si lo hacen efectivo en contra de nuestros deseos, no podremos ni reclamar aunque comprobemos que nos han mentido y manipulado.

     También tenemos el poder de OPINAR y no siempre.

   . Es relativamente fácil creer en la existencia de Dios, de Jesucristo, de la Virgen, de los Santos y del poder de la oración.

    ¿Cuántos saben o quieren poner en práctica ese PODER individual de la ORACIÓN?

     Ante cualquier adversidad nos enfadamos, nos angustiamos; pero jamás ponemos en práctica aquello de “A Dios rogando y con el mazo dando” y si lo hacemos es porque “Sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”; pero muy pocas veces nos refugiamos en Dios para ponernos en sus manos paternales, aceptando humildemente SU VOLUNTAD. que a veces Dios nos OBEDECE dándonos lo que le PEDIMOS

     Recordemos cómo Jesucristo OBEDECIÓ al hacer el milagro que le estaba pidiendo la mujer Cananea

        “Saliendo de allí, Jesús, se retiró a los términos de Tiro y Sidón. Una mujer Cananea de aquellos contornos, comenzó a gritar, diciendo: Ten piedad de mí, Señor, Hijo de David; mi hija es malamente atormentada por el demonio; pero El no le contestaba palabra.

          Los discípulos se le acercaron y le rogaron diciendo: Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros. El respondió y dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

          Más ella acercándose, se postró ante ÉL diciendo: ¡Señor socórreme!. Contestó Él y dijo: No es bueno tomar el pan de los hijos y arrojarlo a los perrillos. Más ella dijo: Cierto Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus señores.

          Entonces Jesús le dijo: ¡Oh mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como tú quieres. Y desde aquella hora quedó curada su hija.”

          Cuenta Santa Teresa que en una visión vio a unos diablillos rodeando la garganta de un sacerdote que estaba en pecado mortal y no obstante

         Dios estaba presente en la SAGRADA FORMA que iba a recibir de sus manos, dándole a entender la fuerza que tienen las palabras de la CONSAGRACIÓN del sacerdote.

         Recordemos los miles de Santos Sacrificios de la Misa que se celebran por todo el mundo día y noche, porque cuando un sacerdote, aunque no tenga fe y este en pecado mortal, como vio Santa Teresa, pronuncia las palabras de la CONSAGRACIÓN, Jesucristo OBEDIENTE baja para ESTAR entre nosotros y quedarse en el Sagrario pacientemente a que recurramos a ÉL.

                           Esto es OBEDIENCIA a lo Divino.

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