Desde que nacemos hasta que morimos, muchos acontecimientos misteriosos,
inexplicables e ineludibles, nos obligarán a vivirlos en pleno día aunque metidos en la noche obscura de la FE.
¿Cuántas veces de pequeño hemos tenido que obedecer a
nuestros mayores CIÉGAMENTE sin comprenderlos porque le hemos tenido FE?
¿Por qué aceptamos, por regla general, lo que nos PROMETEN
los que nos gobiernan, o lo que nos mandan nuestros jefes en el trabajo, o
creemos los consejos que nos dan amigos etc, y no CREEMOS lo que Jesucristo nos
dice?
Porque los que nos gobiernan, al convertirse, a veces, en semidioses, nos manipulan para que creamos
más en lo que a ELLOS le interesa y a nosotros, en apariencia, son más atractivo y halagüeño,
que CREER en lo Jesucristo nos aconseja.
Hay que reconocer que CREER y vivir de acuerdo con los
consejos Evangélicos, nos obliga a caminar en pleno día con todas sus
adversidades, dudas y angustias, metidos en la NOCHE OSCURA de la FE.
La Madre Teresa
de Calcuta vivió a pleno día el recoger de las calles de Calcuta las piltrafas
humanas para cuidarlas como si fueran sus hijos porque CREYÓ lo que Jesucristo dijo
Lo que hagáis por
uno de estos, lo haréis por mí” cuando ella
metida en su NOCHE OBSCURA
al no comprender las injusticias y
y calamidades que Dios permite.
Los que se consagran de por vida a Jesús, obedecen su
mandato:
“Id por el mundo entero y
predicad el Evangelio” sabiendo que no
es el que siembra, ni riega sino el da el CRECIMIENTO.
CRECIMIENTO que, por desgracia, apenas VEN y lo DISFRUTAN y
tienen que vivirlo en su NOCHE OBSCURA de la FE y no arrojar, por eso, la toalla, y siguen
predicando el Evangelio.
Todos los creyentes practicantes tendremos que vivir nuestra
NOCHE OBSCURA de la FE
con sus dudas, tentaciones y contratiempos teniendo que vivir el día a día.
Pero
si por comodidad y por otras múltiples causas
nos salimos de esa Noche obscura de la FE y nos metemos en la claridad deslumbrante de
las realidades, nos ABRASARÁ el SOL del materialismo, del pecado y aunque
vivamos a plena luz; caminaremos errantes sin llegar nunca el PARAÍSO.
Para
seguir metidos en la NOCHE OBSCURA
de la FE sin
vacilaciones consentidas, recordemos los que Jesucristo dijo:
“Sin
mí no podéis hacer nada
"Yo soy la Resurrección y la Vida. el que CREE en mí, aunque muera, VIVIRÁ y el que CREE en mí no MORIRÁ para siempre."
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