Cuanto más grande y SUBLIME sea lo que se CREA, se ESPERE y se AME, más fecunda será nuestra vida
¿Cuánto tiempo dedicamos en leer y conocer lo que han dicho
o escrito grandes personajes para orientar nuestra ideología y sistemas de
vida?
¿Cuántos han tenido curiosidad y deseo de saber lo que DIOS
ha DICHO y HECHO?
Cuando yo tenía unos 16 años, un señor me dijo poniendo su
mano sobre la Biblia:
“Aquí está todo lo que DIOS HA DICHO”. Me impactó tanto que siempre lo tengo
muy presente..
Si queremos tener FE y ESPERAR algo que nos ofrezca un futuro
trascendente insospechado y un presente verdaderamente humano y llevadero,
leamos los EVANGELIOS, por lo menos, una vez en nuestra vida.
Cuando se escriben hechos históricos o biográficos no se cuentan todas las verdades, sobre todo
si no son buenas.
En los Evangelios se cuentan algunos hechos en los que el
mismo Jesús y sobre todo quienes los dejaron escrito no quedan muy gloriosos.
La
Santísima Virgen María tuvo que dar a luz en una CUADRA y
luego de Herodes.
Jesús
con 12 años PERMITIÓ que sus padres anduvieran buscándole angustiados tres días.
Jesucristo
en pleno apostolado se DEJÓ TENTAR tres veces por Satanás,
Los
discípulos, Juan y Santiago quisieron SENTARSE a la derecha e izquierda
de Jesús cuando precisamente les estaba anunciando cómo iba a ser su
muerte
Se
quedaron DORMIDOS los discípulos en el huerto de los olivos cuando Jesús SUDABA SANGRE por lo que le venía encima.
Todos
LO abandonaron, ninguno LE DEFENDIÓ, Sólo la
mujer de Pilato LO defendió al decirle que Jesús era JUSTO.
Pedro lo NEGÓ tres veces, habiendo sido
advertido.
Un DESCONOCIDO y forzado le AYUDÓ a llevar la cruz.
Fueron
las mujeres y entre ellas María Magdalena LAS PRIMERAS en ver a Jesús
resucitado.
Tomás
sólo CREYÓ en la
Resurrección de Jesús cuando lo VIO y no por el testimonio de los
demás.
Estos y otros muchos hechos similares dan AUTENTICIDAD
histórica a los Evangelios, de lo contrario, no lo deberían haber dejado
escrito
El que haya leído los
Evangelios con el deseo de conocer la VERDAD, Dios lo deja en
plena LIBERTAD para rechazarlo o aceptarlo.
Convendría recordar las siguientes aseveraciones pronunciadas por
el mismo Jesucristo, que es Dios y sigue ESTANDO entre nosotros:
Yo soy el Camino la Verdad y la Vida
Quien me ve a mí, ve al Padre
Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón
Venid a mí todos los que andeis angustiados con trabajos y
cargas y yo os aliviaré
Buscad el reino de Dios y su justicia y todo lo demás, se os
dará por añadidura.
Dad y se os dará
Yo soy el pan de la vida
Yo soy la luz del mundo.
¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su
alma
Yo soy la resurrección y la vida.
Si alguno me AMA,
guardará mi PALABRA y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en él.
El AMOR: No se IMPONE. No se COMPRA ni se VENDE. Se
TIENE.
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