Voy a transcribir unos cuantos hechos evangélicos en los que
quedaran de manifiesto que el PODER de la
FE es IGUAL al PODER DE DIOS.
Oyendo un cortesano de Cana de Galilea que llegaba Jesús de
Galilea, salió a su encuentro y le rogó que bajase y curase a su hijo que
estaba para morir.
Jesús
le dijo: Vete, tu hijo vive.
CREYÓ
el hombre en la palabra que le dijo Jesús y se fue. (Jn.4)
Entrando Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión,
suplicándole: Señor, mi siervo yace en cama paralítico atormentado.
Él
le dijo Yo iré y le curaré
Señor
yo no soy digno de que entres bajo mi techo. Di sólo UNA PALABRA y mi siervo será curado.
En
verdad os digo que en nadie de Israel he HALLADO tanta FE (Mt.8)
Un jefe de la sinagoga llamado Jairo cayendo a los pies de
Jesús, le suplicaba que entrara en su casa porque tenía una hija única de unos
doce años que estaba a punto de morir.
Mientras las muchedumbres le ahogaban, una mujer que
padecía flujo de sangre desde hacia doce
años, se acercó por detrás y toco la orla de su manto, y al instante cesó el
flujo de sangre.
Jesús dijo:¿Quién me ha tocado porque he conocido que una
virtud ha salido de mí?
La
mujer, al verse descubierta, temblando dijo que había sido ella y que al
instante había quedado sana.
Jesús
le dijo: Hija, TU FE TE HA CURADO.
Aún estaba hablando, cuando llegó uno de la casa del jefe de
la sinagoga diciendo: Tu hija ha muerto, no molestes ya al Maestro.
Pero
Jesús que lo oyó respondió: No temas CREE tan sólo y será sana.
Se
burlaban de Jesús sabiendo que estaba muerta. Él tomándola de la mano le dijo
en alta voz: Talitha cumi que
significa: Niña, levántate. y al instante se levantó.(Mt, 9)
Entrando Jesús en casa, se le acercaron dos ciegos que LE
venían suplicando que los curase y les dijo Jesús:
¿CREÉIS
que yo puedo hacer esto?
Sí
Señor, respondieron.
Tocó
sus ojos diciendo: Hágase en vosotros según VUESTRA FE, Y se le abrieron sus
ojos.(Mt.9)
Una mujer gentil sirofenicia al enterarse que Jesús estaba
en los confines de Tiro, entró en la casa y se postró a los pies de Jesús
rogándole que echase el demonio de su hija.
Jesús le dijo: Deja primero hartarse a los hijos, pues no
está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los cachorrillos.
Sí,
Señor; pero los cachorrillos, debajo de la mesa, comen las migajas de los
hijos.
ÉL
le dijo: ¡Oh mujer, GRANDE ES TU FE. Hágase contigo como TÚ QUIERES, y desde aquella hora quedó curada su hija.(Mc.7)
En todos estos milagros queda de manifiesto que el PODER DE LA FE es igual al PODER DE DIOS,
porque nunca dijo Jesús: Mi poder o el de mi Padre te han curado, sino TU FE te
ha CURADO.
Un día los apóstoles dijeron: Señor acrecienta nuestra FE.
Jesús les dijo: En verdad os digo que, si tuviereis FE y no
dudareis y dijereis a este monte: “Quítate y échate en el mar”, se haría,
y todo cuanto con FE pidiereis en la
oración lo recibiríais.(Mt.21)
Lo triste de todo esto es que no sepamos o no queramos usar
ese MISTERIOSO PODER porque en realidad no CREEMOS que Jesucristo EXISTE que es
DIOS y que CONVIVE con nosotros día y noche.
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