Esto lo dijo el famoso jesuita holandés Piet Van
Breemen porque si nos analizamos
comprobaremos que en lo más profundo de nuestro ser, existe algo tan
desconocido y misterioso como lo es la vida y la VIDA ES DIOS
¡¡Y qué difícil de CREER y sobre todo de VIVIR!!
Nadie sabe en que órgano de nuestro cuerpo reside la
vida, sólo conocemos sus actuaciones vitales.
Nuestros padres nos dotan de un cuerpo visible; pero la
vida proviene de la misma esencia de Dios que es el amor.
Por eso, el AMOR que es parte esencial de DIOS y que son VIDA están en lo PROFUNDO de nuestro ser.
Pero como yo, no diría, que VIVIMOS, que es algo muy profundo,
sino que AMBULAMOS como noctámbulos, cuando nos despierta cualquier problema o
adversidad nos sentimos hundidos y desfondados.
Y todo es porque a Dios lo tenemos encerrado allá en lo más
profundo, desconocido,olvidado de nuestra existencia o lo tenemos en
libertad condicionada a que nos conceda lo que le estemos pidiendo.
A Dios no hay que buscarlo aquí o allá, sino que está DENTRO de
nosotros como nos lo dijo Jesucristo y por eso deberíamos "Ir hacia Dios no caminando, sino AMANDO" como dijo San Agustín.
Quien a Dios TIENE, nada le, FALTA Solo DIOS basta.
Así de fácil lo dijo Santa Teresa de Jesús
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