¿Por qué nadie se libra en este mundo de tener que saltar obstáculos, no desfallecer en los recorridos intermedios y sobre todo CREER y ESPERAR siempre en la meta?
Porque es Ley de vida impuesta por Dios para nuestro bien.
¿Cómo soportaríamos una vida en línea recta, sin obstáculos,
sin dificultades, sin problemas, sin tener que trabajar, sin tareas ni
entretenimientos?
¿Cómo podríamos comer sin hambre?
¿Qué
tal si siempre fuera de noche o de día?
¿Por qué es infinitamente más placentero lo que se
experimenta cuando se ha resuelto un gran problema o disgusto?
¿Por qué se dan todas estas, en apariencias,
contradicciones?
¿Es que Dios juega con nosotros?
En parte sí, porque nuestra vida terrenal comparada con la
eterna es como una infancia y sólo nos puede trata como tales.
Así como los niños son conscientes del cuerpo y ni siquiera
saben que tienen alma, los padres, voluntaria o involuntariamente le
hacen SUFRIR algo tan íntimo e INVISIBLE sin haberle tocado ni un pelo,
Pues Dios permite que nos angustie algún problema,
dificultad o tragedia para recordarnos que en nosotros hay algo más importante
que el cuerpo al que tanto cuidamos y a veces, en deterioro del alma.
También
para que se nos meta en la cabeza que existe:
Dios
y Satanás
El
Cuerpo y el Alma
El
Bien y el mal.
El
amor y el odio
EL
INFIERNO Y LA GLORIA.
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