A LA MUERTE LA DIFAMAMOS Y SE QUEJA CON RAZÓN

          ¿Y se murió… ¿Así sin más y por las buenas…?

Por las buenas, no, por la mala uva de la muerte. Hay que tener mala de la que cuece para llevarse a un tipo así, guapo, bien plantao y que se le daban las mujeres… Bueno, pues un día, va y zas… a diñarla se ha dicho… ¡QUÉ DESCONSIDERADA!

            Había trabajado como un negro, ahorrado a pulso un buen capitalito. Ahora a vivir de la renta… si de la renta; pero sus herederos. ¡DESGRACÍA!

            Con lo guapísima que era… con aquel cuerpo…!Qué cuerpo! ¿A cuantos hombres había hecho felices?. Pues una noche se acostó…¿Sola?, no, acompañada… y no se levantó… ¿Y el acompañante?. Salió despavorido… ¡QUÉ INDISCRETA!

            Le había tocado el Gordo de Navidad. Chalet de lujo. Apartamento en la sierra y en la playa. Mercedes deportivo, juergas, diversiones a todas horas. Un día… un frenazo… un árbol… y detrás… ¡TAIMADA Y ENVIDIOSA!

            Conducía un tren bien despìerto y atento los cinco sentidos...Se le quebró el corazón... Gritos...Horrores... !HIJA DE PERRA!

            Era un tirano, tenía al pueblo oprimido, explotado. Era dueño de la vida y de la muerte… y ésta sin tocarle… ¡COBARDE!

            Sufría dolores de muerte… su cuerpo… una pupa viva. Respirar era todo un alarido. La llamaba a gritos… ¡SORDA CRUEL!

            Leproso… rechazado…desesperado… y ella… de largo…!APRENSIVA!

            Pobre, derrotado, sin hogar, sin ilusiones, sin esperanza, machacado por dentro y per fuera. Corre en busca de su liberación… y tiene la desfachatez de despertarle la conciencia… ¡CRUEL MORALISTA!

            Vestida de novia. A punto de probar lo bueno y lo no tan bueno… y “consummatum no est”- ¡MALA MUJER!

            Había vivido muchos años disfrutado de todo. Dejaba buena fortuna. Ya casi estorbaba… y encima se había confesado…! QUÉ OPORTUNA!. Gracias, ya era hora: pero ¡Caray! Con tanta acusación.

Reconozco que desde que Dios me echó al mundo, ciega, sorda, y muda, no he hecho otra cosa que jorobar a todo bicho viviente. Cumplo órdenes; pero tantas acusaciones han traspasado mi sordera y desatada mi lengua.

            ¿Quién me podría culpar de los muchos que por múltiples  causas inconfesables se la han jugado conmigo cayendo en mis fríos brazos obligándome hacer horas extraordinarias para acarrearlos?

No creáis que sólo se mueren los tontos y que los listos son  eternos. A los listos me los llevo y a veces, a puntapiés por lo estúpidamente que se portan.

En mi ciego caminar tropecé con un listo, tan cegado por la soberbia de su propia  valía, que negaba la existencia de mi JEFE y hacía de su capa un sayo. Yo, cada vez que pasaba por su lado, me daban ganas de llevármelo a bofetá limpia; pero mi Jefe me tenía prohibido tocarle un pelo, sólo que le diera, de vez en cuando, un aviso como a los malos toros para que viera la  verdad; pero ¡ca! Erre que erre, hundido hasta el cuello en sus propios errores y enriqueciéndose a costa de ellos.

Por fin, al ponerlo a los pies de mi Jefe, levantando la cabeza, pidiendo  clemencia dijo: Señor, si yo en el fondo, si creía en TI, pero mi engreimiento no me dejaba ver mi limitación en comprender TU actuación y me era más fácil y lucrativo inventar mis propias teorías que me hacían vivir más a mi antojo.

            En mi larga carrera fúnebre he visto tantos casos, que si me autorizaran a escribir mis memorias… Sería un “Best Seller" INMORTAL que lo digo yo.

          Pero el que haya, no muchos, por desgracia, que digan y sientan lo que dijo San Pablo:

          “Deseo MORIR para estar con Cristo”

            O como Santa Teresa: “Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero, que MUERO porque no MUERO”

            Me dan más categoría y fama que el posible  "Best Seller Inmortal" al sentirme tan DESEADA e imprescindible para poder ESTAR con DIOS.

              

          Pero  me produce tristeza ajena el sentirme tan INDESEADA, tan IGNORADA, tan ODIADA, y tan TEMIDA por tantos !!Allá ellos...!