Aunque no fuimos obedientes, Dios nos regaló la LIBERTAD
Pero como no supimos ni sabemos
USAR debidamente esa libertad, nos envió Santos Profetas para que con su
ejemplo y predicación cumpliéramos su voluntad; pero ni los escucharon.
Con la esperanza de que respetaran y
escucharan a su HIJO, nos LO envió y todos sabemos cómo fue tratado Jesucristo y
lo sigue siendo.
¿Es que nunca se cumplirá la voluntad de
Dios?
¿Acaso algún día Dios nos OBLIGARÁ a entrar en el PARAÍSO?
¿Acaso algún día Dios nos OBLIGARÁ a entrar en el PARAÍSO?
¿Será en la PARUSÍA (Advenimiento
glorioso de Jesucristo al final de los tiempos) cuando entremos TODOS en el
Paraíso y así, por fin se cumpla la voluntad de Dios?
¿Podríamos creer que Jesucristo lo profetizó,
veladamente, cuando fueron OBLIGADOS a entrar en el banquete TODOS
los invitados por el amo de la parábola?(Lc.14)
Nadie vio al Dios PADRE, sólo fue OÍDA
su voz y aceptada su voluntad por Moisés, por
Abraham; pero la mayoría vivió rebelde.
Al Dios HIJO, Jesucristo fue visto,
escuchado y seguido y lo siguen infinidad de seres humano; pero muchísimos
siguen condenándose.
“Habrá señales en el sol, en la luna y
en la estrellas, y sobre la tierra perturbación de las naciones aterradas por
los bramidos del mar y la agitación de las olas.
Entonces verán
al Hijo del hombre venir en una nube con PODER y MAJESTAD grandes”
Así profetizó Jesucristo el FIN del
MUNDO (Lc.21.25); pero algunas profecías terribles se hicieron para que no se
cumplieran, como sucedió con los Ninivitas porque se convirtieron.
¿POR QUÉ profetiza cosas terribles y al
mismo tiempo su manifestación de PODER y
MAJESTAD?
El ESPÍRITU SANTO que actuó como el
AMOR PERSONIFICADO de Dios fue quien engendró al REDENTOR como bien claro el
ángel le dijo a María:
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del
Altísimo te cubrirá con su sombra”
¿Cabe la POSIBILIDAD de
que por ser la TERCERA persona de la Santísima Trinidad que nadie OYÓ ni VIO y por aquello de que a la TERCERA va la vencida,
entraría en ACCIÓN en la
PARUSÍA como un HURACÁN y un FUEGO tan purificador que nos OBLIGARÍA
a entrar en el PARAÍSO?.
Así, al menos, la generación a quienes
les tocaría vivir esos acontecimientos cumplirían la VOLUNTAD de Dios
SALVÁNDOSE, aunque, en verdad, sin mucho mérito.
Hasta tanto llegue la PARUSÍA dejemos que el
Espíritu Santo ACTÚE, en nuestro
interior como “Dulce huésped del alma”
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