viernes, 25 de julio de 2014

BUSCAD SIEMPRE EL ROSTRO DE DIOS


           Si esto lo cantaba el Salmista cuando ni Noé, ni Moisés, ni Abraham ni los Profetas habían podido conocer el rostro de Dios.

¿Quién de nosotros podría decir que no conoce el rostro de Jesucristo, que como hombre, siendo Dios, vivió entre nosotros y nos dejó su rostro grabado en la Sábana Santa y en las apariciones de su Sagrado Corazón y la Virgen en Guadalupe, Lourdes Fátima y en otras apariciones nos mostró su imagen?

San Pablo que no tuvo la suerte de conocer el rostro de Jesús, como los demás Apóstoles y que sólo oyó su voz camino de Damasco decía:

“Vivo yo, ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí” “Mi vivir en Cristo” y “Deseo morir para estar con Cristo.

San Juan de la Cruz decía:
Olvido de la criado
memoria del Creador,
atención a lo interior,
y estarse amando al amado.

Mi alma se ha empleado
y todo mi caudal en su servicio.
Ya no guardo ganado
ni ya tengo otro oficio
que ya sólo en amar es mi ejercicio.

         Por eso Santa Teresa cantaba:
Véante mis ojos,
         dulce Jesús bueno
         véante mis ojos,
         muérame yo luego

No quiero contento
que todo es tormento
a quien esto siente,
sólo me sustente
tu amor y deseo.

Como Santa Teresa consideraba la vida en este mundo como “Una mala noche pasada en una mala posada” decía. “Vivo sin vivir en mi y tan alta vida espero, que muero porque no muero”

Cuando nos toque vivir una mala noche en una mala posada buscamos el rostro de Cristo en la Cruz, nos sentiremos reconfortados.

 Si nos atormentan las dudas de FE y otras muchas tentaciones y recordamos que Cristo vivió, fue visto por muchos, San Pablo lo oyó y que está presente en la Eucaristía y que su  Santísima  Madre, la Virgen María se ha aparecido en muchas ocasiones, aumentará nuestra FE. y nos sentiuremos consolados..

No hay comentarios: