¿Quién nos podría prohibir disfrutar de
un regalo?
¿Por qué Dios y la misma naturaleza nos dictan sus
normas para que usemos correctamente el don de la PROCREACIÓN?
Todos odiamos el Código de la Circulación, sobre
todo cuando nos multan porque lo infringimos; pero tenemos que reconocer que
sin él no podríamos circular.
¿Imaginamos lo que sería una ciudad cualquiera sin semáforos, sin pasos de
cebra y unas carreteras sin señalizaciones?.
El sexo, que es un vehiculo que nos ha
dado Dios con una energía arrolladora, sin la cual no podría existir la vida,
también tiene su código de comportamiento.
¿Qué conseguiría un conductor lanzarse
a la carretera ebrio y a una velocidad endiablada, porque sabe que ningún
agente le puede sancionar?...Accidente seguro. Esto mismo le puede suceder al
que use el sexo en la creencia de que no tendrá consecuencias y que nadie le va
a pedir responsabilidades. Problema al canto y hasta posible tragedia.
Un conductor por llevar un coche completamente
blindado, ¿se podrá saltar todos los semáforos en la creencia de que no le
pasará nada aunque atropelle?. Lo mismo puede pensar, el que, al verse
completamente blindado, se sienta seguro de no adquirir ninguna enfermedad ni
creará futuro problema.
El que se ponga al volante de un coche, debe saber que
tiene en sus manos una máquina sorda,
ciega y con un potencial enorme para producir placer, entretenimiento y al
mismo tiempo enormes tragedias si no sabe controlar.
El que use del sexo, debe tener muy presente que tiene
en su organismo una energía casi divina, puesto que colabora con el mismo Dios
en crear lo más grande y sublime: UNA NUEVA VIDA. Se pone a la altura del
Creador.
Todo conductor que quiera llegar felizmente al final
de su viaje, debe cumplir las principales normas de circulación: Rodar siempre
por su carril y jamás invadir el contrario, a no ser en adelantamientos
seguros. No sobrepasar la velocidad adecuada, pisar el freno cuando sea
necesario, por mucha prisa que tenga y los cinco sentidos en la conducción.
Usar el sexo controlando la pasión mediante el
razonamiento y la abstención, pisando el freno como en las curvas, aunque nos
duela, para poder disfrutar después de una larga y placentera recta y llegar
sin problemas y sin tragedias al final del camino.
Dios quiera que algún día deje de fomentarse el
LIBERTINAJE normas y sanciones, como
existen en el Código de la
Circulación, para que se cumpla el del sexo, si no queremos
que al final se extinga la especie humana.
Un bosque quemado se puede repoblar; pero si quemamos
las semillas de la vida…
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