Voy a sintetizar el extenso y profundo artículo: “El Grito de Dios” publicado en ABC por Ignacio Sánchez Cámara.
"Esta
es la eterna pregunta que nos hacemos cuando vemos que Dios permite y está callado
ante el dolor de los inocentes en los campos de exterminio, ante la enfermedad,
la tortura, el hambre y tantas injusticias.
¿Puede ser ese un Dios omnipotente y, a la vez,
absolutamente bueno?, pues sí, porque como decía Miguel de Unamuno: “En el DOLOR
nos HACEMOS y en el PLACER nos GASTAMOS”.
Al final de “Barcarola” de los cuentos de Hoffmann, de
Ofenbach, se canta: “El AMOR nos hace GRANDES, y el LLANTO aún más”
Nadie ha sido MÁS GRANDE que Jesús abandonado en Getsemaní y
luego. CLAVADO en lo alto del Gólgota.
El dolor AJENO nos mueve a la COMPASIÓN, nos conmueve.
El PROPIO nos MODELA..
El DOLOR es la
FORJA del alma. No se puede ESCULPIR sin dar GOLPES con el
cincel..
Cabría decirse parafraseando a Nietzsche, que un hombre VALE
en la medida de la cantidad de DOLOR que es capaz de soportar.
Nada de esto significa que debamos buscar el dolor. No,
Debemos evitarlo. Es un MAL, pero repleto de cosas BUENAS. El dolor es un mal;
pero sus consecuencias son casi siempre beneficiosas.
En este sentido debe leerse el excelente ensayo: “El
problema del dolor” de C.S Lewis, si estoy en lo cierto, uno de los más grandes
escritores del siglo XX. Su tesis central es que DIOS nos GRITA en el DOLOR.
Dios NO CALLA mientras sufrimos. Habla, incluso GRITA precisamente a través de
nuestro DOLOR.
Lo
que nos DUELE es la voz aguda de Dios que nos LLAMA. y nosotros. Ignorantes,
soberbios y sordos, aún hablamos de silencio de Dios…El DOLOR es el GRITO de
Dios.
Y habría que decirle a ÉL: “Gracias, Dios mío, por el DOLOR
que me envías, pues con él me HAS SALVADO” ÉL nos SALVÓ con SU DOLOR y nos continúa
salvando CON EL NUESTRO..
El bien del hombre consiste en entregarse a Dios porque
únicamente podremos SER FELICES aún aquí en la tierra, si nos ENTREGAMOS a Dios.
El primer principio de la educación consiste en quebrar la voluntad del niño. El hombre no se
ve obligado a quebrar su voluntad para entregarse a Dios mientras las cosas le
VAN BIEN. El error moral viaja enmascarado y muchas veces no lo advertimos. El
dolor, por contrario es transparente, nos asalta sin careta. Nada apresa
nuestra atención y absorbe nuestra conciencia como el dolor.
Escribe Lewis: El dolor no es sólo un mal inmediatamente
reconocible, sino una ignominia imposible de ignorar.
Dios susurra y HABLA a la conciencia a través del PLACER;
pero le GRITA mediante el DOLOR.
El dolor puede ser también el DESPERTADOR de la FE. En el fondo, la
posibilidad de perfeccionarse a través de las tribulaciones forma parte de la
vieja doctrina cristiana.
El dolor puede ser algo terrible que nos conduzca a la REBELIÓN y a la
desesperación; pero también puede ser la única oportunidad del malvado de
ENMENDARSE y por lo tanto SALVARSE..
San Agustín dice que Dios nos quiere DAR COSAS; pero no
podemos tomarlas porque tenemos las manos LLENAS de otras cosas. En este
sentido el dolor es el manotazo que nos arrebata lo que más queremos.
El DOLOR es el último recurso
de Dios para hacernos verdaderamente FELICES, es decir, buenos y sabios y
SALVARNOS.
EL DOLOR ES EL GRITO DE DIOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario