El día que podamos convertir en posible, todo lo que ahora nos parece imposible, habremos cambiado este perro mundo en uno nuevo y feliz.
En lo tecnológico, científico, sanitario e informático estamos consiguiendo todo lo que ni siquiera se nos pasó por la imaginación que se pudiera realizar. Los Trasplantes de órganos, los Viajes Espaciales, los Móviles, la Informática y tantos otros progresos científicos imposibles en otros tiempos, y hoy al alcance de cualquiera.
Lo que nos sigue siendo imposible es el que no haya más guerras, que no exista tanta diferencia entre países y personas muy ricas y otros muriendo de hambre. Se avanza en lo tecnológico gracias a la inteligencia que dona Dios a ciertos científicos, sencillos, humildes que sin prejuicios ideológicos ni ambiciones personales, con su trabajo y llevados de la mano de Dios, consiguen hacer posible lo imposible.
En lo humano y social, hasta lo posible, en algunos casos, se está retrocediendo a lo imposible, porque ahí entramos de lleno los humanos con nuestros vicios y pecados.
El día que TODOS cumplamos "AMAR A DIOS sobre todas las cosas y AL PRÓJIMO como a nosotros mismos", así de fácil y de difícil, habremos conseguido hacer posible lo imposible. "Magna petis Faeton." Se acabarían las guerras. Desaparecerían tantas ambiciones, tantas injusticias, tantos separatismos y la convivencia armoniosa entre naciones, pueblos, familias e individuos, reinaría por doquier.
En lugar de predicar, trabajar y ayudar a que se cumplan estos dos Mandamientos, se está haciendo todo lo contrario. Se quiere eliminar a Dios de tal modo que hasta se fomenta odiarLE. Los que tienen la posibilidad, la responsabilidad y el poder de llevarnos por los caminos que Dios manda, nos están metiendo en unos túneles sin ninguna salida a lo trascendente. Los partidos dominados por sus ideologías interesadas y canonjías están consiguiendo que media humanidad esté enfrentada con la otra, que pululen los separatismos nacionales pueblerinos, los racismos y sobre todo, lo más peligroso, es que están destruyendo los cimientos de la familia, cuna y fundamento del amor y de la convivencia.
El principio de la SABIDURÍA es el SANTO TEMOR DE DIOS. Si no se teme a Dios y se LE obedece, todo el Presupuesto habrá que gastarlo en policías, jueces, educadores comisarios y cárceles para meternos en vereda, que siempre será torcida.
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