Porque si nadie puede huir de su sombra, tampoco podemos huir de Dios ya que: "En ÉL Somos, Vivimos y nos Movemo s" y camina a nuestro lado, como un SOL que al proyectarnos nuestra sombra en distintas direcciones, nos podrá ir aconsejando.
No en vano en la puerta de una Sinagoga en Jerusalén estaba escrita la siguiente oración.
"Señor, no vayas muy deprisa por si no TE puedo seguir, pero tampoco vengas detrás, porque no TE veré. Camina a mi lado ayudándome"
Cuando tengamos el sol de cara que nos
deslumbre con una vida lena de placeres y que todo va viento en popa, la sombra caminará detrás, y
al no verla, posiblemente, nos olvidemos
que Dios va detrás intentando recordarnos que todo esa felicidad se pasará.
Si el sol está a nuestra espalda y nos proyecta delante una sombra plagada de
adversidades y negruras, no podremos pisarla ni huir de ella; pero
sepamos que en esos momentos Dios va por delante indicándonos el camino.
Entonces podríamos decirle: "Señor no vayas muy deprisa por si no puedo seguirte ni te pongas a mi espalda porque no te veré, quédate a mi lado para ayudarme"
Si el sol camina a nuestra derecha, nos dibujará
la sombra a la izquierda, y entonces, deberemos
estar atentos cuando Dios nos diga que nos opongamos a que se maten tantos
inocentes y que nos eliminen los seres queridos, que tanto se han sacrificado
por nosotros, porque nos estorban.
Que no votemos al partido, que se llame
democrático, y sólo gobierne para unos
pocos y a espaldas de Dios.
Pero sobre todo no permitamos que
nuestros hijos sean educados sin conocer a Dios y sus mandamientos, de lo
contrario, no tendremos derecho a quejarnos si nos salen drogadictos etc. etc.
Si nos acompaña por la izquierda y
aparece la sobra a la derecha, también tendremos que escuchar a Dios cuando nos
ordene que sepamos escoger todo lo bueno que nos propongan, que seamos justos,
solidarios y con críticas constructivas.
Si se consigue que se eduque públicamente
en cristiano, no se debe olvidar que en el seno de la FAMILIA cristiana es donde
mejor se les puede enseñar a amar a DIOS. y a los demás.
Esté donde esté el sol y nuestra sombra
nos persiga, nuestro caminar deberá ser como Dios le ordenó a Abraham:
“Ambula coram me et esto perfectus” o sea
CAMINA EN MI PRESENCIA Y SERÁS PERFECTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario