Para empezar habría que preguntarse.
¿Alguien ha visto el AMOR, el Oxígeno y la misma VIDA?
Pues Dios es AMOR y VIDA.
Con
los ojos corporales no podremos ver a Dios, porque nadie ha visto su figura;
aunque Abraham, Moisés, los Profetas y los discípulos de Jesús oyeron su VOZ
Nosotros
con el Pensamiento podremos llegar a admitir que Dios Padre, el Dios Hijo y el Espíritu
Santo, han EXISTIDO SIEMPRE como AMOR y VIDA.
Como también tendremos que admitir que
todo cuanto existe, no ha brotado de
pronto de la noche a la mañana,
Por eso no tenemos más remedio que
admitir y decir:
“El Auxilio, o sea el AMOR y la VIDA me
vienen del Señor que hizo el Cielo y la Tierra”
Es evidente que desconocemos dónde
empezó y dónde termina este COSMOS Infinito Sincategóricamente, porque
Desconocemos cuáles son sus límites y si los tiene, ¿Qué hay después?
¿El Vacuo? ¿La Nada? Y ¿Qué es la NADA?
Sólo sabemos, porque vivimos, que Dios
nos ha creado a su imagen y semejanza, y que AMAMOS sin saber ni VER que es el
AMOR cuya existencia, no podamos negar,aunque no lo comprendamos.
Dios, sabiendo que todo es un misterio,
decidió hacerse Hombre para que en parte llegáramos aVERLO el tiempo que estuvo
entre nosotros.
Por eso Jesucristo dijo: Cuando yo me haya ido y os haya
preparado el lugar, de nuevo volveré y os tomaré conmigo, para que donde yo
estoy estéis también vosotros. Pues para donde yo voy, vosotros conocéis el
camino.
Díjole Tomás: No sabemos a dónde vas,
¿cómo pues, podemos saber el camino?
Jesús les dijo: Yo soy el Camino, la Verdad
y la Vida; nadie viene al Padre sino por
mí.
Si me habéis conocido, conoceréis
también a mi Padre. Desde ahora le conocéis y le habéis visto.
Felipe le dijo: Señor muéstranos al
Padre y nos basta.
Jesús le dijo: Felipe, ¿tanto tiempo ha
que estoy entre vosotros y no me habéis conocido?
El que me ha visto a mí ha visto al
Padre. ¿cómo dices tú: Muéstranos al Padre?
¿No crees que yo estoy en el Padre y el
Padre en mí?
La palabras que yo os digo no las hablo
de mí mismo; el Padre, que mora en mí, hace sus obras.
Creedme, que yo estoy en el Padre y el
Padre en mí; a lo menos, creedlo por las obras.
Por lo tanto cuando queramos tratar y
amar a Dios Padre, pensemos en la imagen que todos tenemos de Jesucristo, como
se tiene de una persona amada ausente.
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