El que Dios Padre eligiera a una MUJER, la Santísima Virgen María, como Madre de su Unigénito hijo y madre nuestra nos demuestra su preferencia.
Y nosotros, como hombres también preferimos a las mujeres, primero como el amor de nuestra vida y luego como madre de nuestros hijos.
Y las mujeres también prefieren a los hombres por los mismos motivos
Jesucristo siendo Dios; pero como hombre también tuvo preferencia por la mujeres como lo hizo con la Samaritana, la Adúltera, la Hemorroísa, la suegra de Pedro, la Cananea, María Magdalena, Marta y María, hermanas de Lázaro.
Cuando Jesucristo resucitó se apareció primero a las mujeres y no a los que lo crucificaron.
Veamos como las mujeres tuvieron preferencia por Jesucristo.
Todo ajusticiado por muy criminal y abominable que sea, tiene un abogado defensor.
¿Dónde estaba San Pedro? Negándole tres veces,
¿Dónde estaban los leprosos, los ciegos, los paralíticos que curó?
No sólo callados, sino posiblemente acusándole pidiendo su crucifixión.
Pues sólo un MUJER la de Pilato tuvo la valentía de DefenderLO, no públicamente, porque le hubiera sido imposible; pero bien claro que le dijo a su marido que Jesús era INOCENTE.
Históricamente está demostrado que Dios tiene preferencias por las mujeres y que las mujeres también tienen preferencia por Dios.
. Y gracias a que estas preferencias se siguen dando.
Dios mediante la Iglesia fundada por su Hijo, es la única que contra viento y marea defiende a la mujer y no por sus votos.
Y las mujeres agradecidas son las que LLENAN los templos.
En todo esto se produce algo maravilloso:
Dios siendo el más poderoso, presentándose el más débil
Al final ¿Quién contra Dios?
La mujer, la más débil y maltratada.
Es la que parte el bacalao
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