Todos, tarde o temprano, tendremos que
hacer el viaje ineludible a la MUERTE para empezar otra vida gloriosa o
infernal y que es el:
Más BARATO porque no cuesta nada
El más CARO, porque perderemos todo
el equipaje más querido
Y el más CORTO porque terminará en un
“cerrar y abrir de ojos” sin movernos del sitio donde estemos, y contemplar un mundo desconocido y ver a Dios
de CARA o de ESPALDAS.
¿Quién no ha pensado alguna vez en ese momento tan misterioso en el que al cerrar los ojos, los abriremos para ver a Dios y ese mundo desconocido?
¿Quién no ha pensado alguna vez en ese momento tan misterioso en el que al cerrar los ojos, los abriremos para ver a Dios y ese mundo desconocido?
Por eso es el menos DESEADO porque la muerte, es siempre la muerte.
Y sin embargo, por suerte, el tal viaje podrá ser el más PLACENTERO o por desgracia, el más INFERNAL
Dios que nos da la VIDA y la
MUERTE, gratis y nos la impone sin nuestro consentimiento.
Pero entre el NACER y el MORIR tendremos que ACEPTAR libremente todo lo de Dios ordena y RECHAZAR lo satánico.
Pero Como lo que se recibe GRATIS no se aprecia, Dios quiere que APRECIEMOS en su justa medida la VIDA ETERNA que nos dará, en parte GRATUITA y por MÉRITOS propios.
Pero entre el NACER y el MORIR tendremos que ACEPTAR libremente todo lo de Dios ordena y RECHAZAR lo satánico.
Pero Como lo que se recibe GRATIS no se aprecia, Dios quiere que APRECIEMOS en su justa medida la VIDA ETERNA que nos dará, en parte GRATUITA y por MÉRITOS propios.
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