Porque si queremos ser un tanto FELICES ya y más tarde por toda la ETERNIDAD
Tendremos que “Hacernos como niños
para entrar en el Reino de los Cielos” como nos lo dijo Jesucristo.
Deberíamos recordar que de niños, ante peligros, caídas, enfermedades o
contratiempos, corríamos para ENTREGARNOS con plena confianza en los brazos de nuestros
padres y al sentir su CONSUELO y
protección, nos sentíamos REGENERADOS, o sea y felices.
Pues al no tener de mayores los brazos paternos, y nos sintamos acosados
por los múltiples problemas que nos
angustien
RECEMOS que es el ENTREGARSE en los
brazos de Dios, que es nuestro Padre, pero no de cualquier forma.
Pero para que ese rezo nos CONSUELE,
tiene que ser no de boquilla con palabras maquinalmente pronunciadas, sino que
las peticiones o el trato con Dios,
debería ser íntimo, profundo, CREYENDO y
ESPERANDO, como lo hacíamos, de niños con los padres.
“Cuando recéis, dijo Jesucristo, no
uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho
les harán caso.
NO seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe
lo que os hace falta ante que se lo pidáis.
Vosotros rezad así:
PADRE NUESTRO (¿Nos damos cuenta que
no dijo DIOS mío, sino PADRE y un padre que es DIOS?)
QUE ESTÁS EN LOS CIELOS (Que no está
aquí o allí, sino que está dentro de nosotros, como dijo Jesucristo, puesto que
Jesucristo es Dios, y está también presente en la Eucaristía como una fuente de
agua que mana día y noche esperando que
la bebamos).
SANTIFICADO SEA TU
NOMBRE (No hay otro nombre más Divino que llamar Padre nuestro a todo un Dios).
VENGA A
NOSOTROS TU REINO (¿Somos consciente de lo que pedimos?
HÁGASE TU
VOLUNTAD ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO (¿Estamos dispuestos a aceptar esa
voluntad, sea cual sea, puesto que jamás un padre y menos la de Dios Padre
Omnipotente será perjudicial para nosotros? ¿Qué difícil nos es aceptarla en
malos momentos?)
DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA ((
Para que no seamos ambiciosos, y tengamos que, al menos, todos los días nos
dirijamos y nos acordemos de ÉL)
PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO
PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
(Hasta setenta veces siete habría que perdonar, porque el perdón es la venganza
de los grandes hombres, como dijo Unamuno)
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN.
(Las tentaciones son ineludibles porque nadie puede evitar ver un buen pastel
prohibido sin que la boca se le haga agua, pero necesita ayuda para no cogerlo
y comérselo.
En el sexo las tentaciones inevitables están al orden del día; pero si no las buscamos ni caemos en ellas, no podemos evitar que la boca se nos haga agua. Señal de que el sexo es un don gratuito y placentero de Dios, siempre que se use como Dios manda.
Y LÍBRANOS DEL MALIGNO.( Sepamos
que Satanás tiene el mismo PODER para
tentar que nosotros el de la LIBERTAD para no dejarnos tentar por el Maligno.
El que al menos una vez al día, RECE
esta oración en lo más íntimo de su ser sintiendo a su Dios presente, se sentirá CONSOLADO y
con ENERGÍAS para seguir viviendo y luchando.
ACASO NO ES FELICIDAD, YA?
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