Puesto que sin CONVIVENCIA no se podría vivir y Jesucristo no es
que pueda, es que está deseando ser tratado como uno más de la familia;
pero con el debido respeto sabiendo que como Dios que bien claro dijo “Mi Padre
obra continuamente y yo ni más ni menos”, por lo tanto también el Padre y el Espíritu Santo, desean lo mismo.
San Pablo dijo:” En Dios SOMOS, VIVIMOS
y nos MOVEMOS
Y cuando Jesucristo dijo: Yo ESTARÉ con vosotros todos los días y si el ESTAR significa presencia FÍSICA, ¿Cómo podremos sentir esa presencia física?
Sólo la FE que puede mover montañas, puede convertir ese estar FÍSICO VISIBLE en un estado intimo INVISIBLE desconocido.
No olvidemos que cuando entremos en la Casa del Padre, al ser muchos, la convivencia con Jesucristo no podrá ser tan íntima y personal, como sería la que podríamos mantener ahora con un monólogo por nuestra parte y la respuesta de Jesucristo, poniéndose a nuestro lado para escucharnos. Todo es cuestión de FE
Meister Eckhart dijo:
“Dios está más
CERCA de mí que yo mismo, mi SER depende de la cercanía y de la PRESENCIA de Dios en mí.
Dios está CERCA de nosotros; pero nosotros estamos LEJOS de Dios.
Dios está DENTRO, nosotros estamos FUERA
Dios está en CASA, nosotros hemos SALIDO de ella”
Cuando Santa Teresa de Ávila decía que
“Dios también anda entre los pucheros” no lo decía como una ocurrencia, sino
porque para ella, a Jesucristo lo SENTÍA en todas partes.
Sólo podemos SENTIR la presencia de
algo cuando tenemos conciencia de ello.
Sentimos lo MATERIAL porque tiene
forma, figura y lo podemos tocar.
No vemos, ni sentimos el oxigeno que
respiramos y sin el cual no podríamos vivir.
Cuando se ama de veras a una persona
ausente, como en el enamoramiento sólo PENSAR en ella, produce sumo placer.
Cuanto más tiempo PENSEMOS que Jesucristo,
como hombre que fue, está a nuestro lado, más placer espiritual se recibirá,
sintiéndonos protegidos y seguros.
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