Cuando San José reflexionaba sobre qué
hacer al saber el embarazo de María, se le apareció en sueños un ángel del
Señor y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu
esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un
hijo, a quien pondréis por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus
pecados.
Todo esto sucedió para que se cumpliese
lo que el Señor había anunciado por el profeta que dice:
He aquí que una virgen concebirá y parirá un hijo,
Y se le pondrá por nombre EMMANUEL que quiere decir:
DIOS CON NOSOTROS.(Is.7,14)
Está claro que antes de que naciera Jesús, su misión
sería ESTAR CON NOSOTROS.
Por las venas de Jesucristo corrió sangre nuestra y la
derramó para que por las nuestras pudiera correr la gracia santificante.
Al vivir entre nosotros durante su vida pública no
hizo otra cosa que enseñarnos con su predicación y sus obras, que ÉL era el
único CAMINO para ser relativamente felices en este mundo y que gracias a su
Pasión y Muerte, nos abriría las puertas del Cielo.
Cuando ya resucitado y antes de partir para “Su Dios y
nuestro Dios, su Padre y nuestro padre”, le dijo a sus apóstoles:
YO ESTARÉ CON VOSOTROS TODOS LOS DÍAS HASTA AL
CONSUMACION DE LOS SIGLOS.
Para cumplir tal promesa, mucho antes de morir dijo:
EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE, MORA EN MÍ Y YO
EN ÉL.
¿El que hizo tales promesas, o era un fatuo, un loco, o verdaderamente era DIOS?
En la Sagrada
Escritura (Proverbios 8,31) Dios dijo:
“Recreándome en el orbe de la tierra, siendo mis
DELICIAS LOS HIJOS DE LOS HOMBRES”
¿Tenemos siempre abiertas las puertas de nuestro
corazón para que Jesucristo entre y se sienta feliz o que de vez en cuando PENSEMOS,
que pueda ESTAR a nuestro lado como lo
hizo con los discípulos de Emaus?
Por eso sigue estando presente en la EUCARISTÍA, oculto en
miles de Sagrarios y siendo recibido sacramentalmente por millones de
creyentes.
¿Pero qué ha hecho Jesucristo para que
algunos no lo quieren ver ni en pintura, y anden pidiendo con tanta insistencia
que sean quitados los crucifijos?.
Si hubiera sido un asesino, un violador,
un ladrón o un personaje deleznable a quien nadie debería apreciar y menos
imitar, habría razones para no exponerlo; pero ha sido todo lo contrario.
Sería razonable que los que desean que
sus hijos no vean un crucifijo manifestaran sus motivos y en qué le
perjudicaría que sus hijos pudieran conocer y apreciar los valores tan humanos
y tan provechosos para su educación integral, como sería la honradez, el
sacrificio propio para llegar a ser unos hombres de provecho y no unos
alcohólicos, drogadictos etc,etc. y el saberse sacrificar por los demás ahora
que tanto se habla y se necesita ser solidario.
Esos padres querrán que sus hijos le
obedezcan, les amen y luego, cuando llegue el momento, les cuiden; pero si
desde pequeñitos no han aprendido todas esas virtudes de sacrificio y entrega,
que no se las pidan más tarde.”El arbolito desde pequeñito”.
Si una imagen vale más que mil
palabras. Ver a todo un DIOS clavado injustamente en la cruz y encima
perdonando a los que le estaban crucificando y haciéndolo todo por amor a todos
los hombres a cambio del amor de unos pocos y del desprecio de otros muchos.
¿Existe imagen humana más impactante
para creyentes y NO CREYENTES?
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