sábado, 28 de julio de 2018

¿CÓMO ESTÁ DIOS CON NOSOTROS?


         Cuando San José reflexionaba sobre qué hacer al saber el embarazo de María, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, a quien pondréis por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados.

         Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había anunciado por el profeta que dice:

         He aquí que una virgen  concebirá y parirá un hijo,
Y se le pondrá por nombre EMMANUEL que quiere decir:
DIOS CON NOSOTROS.(Is.7,14)

Está claro que antes de que naciera Jesús, su misión sería ESTAR CON  NOSOTROS.

Por las venas de Jesucristo corrió sangre nuestra y la derramó para que por las nuestras pudiera correr la gracia santificante.

Al vivir entre nosotros durante su vida pública no hizo otra cosa que enseñarnos con su predicación y sus obras, que ÉL era el único CAMINO para ser relativamente felices en este mundo y que gracias a su Pasión y Muerte, nos abriría las puertas del Cielo.

Cuando ya resucitado y antes de partir para “Su Dios y nuestro Dios, su Padre y nuestro padre”, le dijo a sus apóstoles:

YO ESTARÉ CON VOSOTROS TODOS LOS DÍAS HASTA AL CONSUMACION DE LOS SIGLOS.

Para cumplir tal promesa, mucho antes de morir dijo:

EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE, MORA EN MÍ Y YO EN ÉL.

¿El que hizo tales promesas, o era un fatuo,  un loco, o verdaderamente era DIOS?

En la Sagrada Escritura (Proverbios 8,31) Dios dijo:

“Recreándome en el orbe de la tierra, siendo mis DELICIAS LOS HIJOS DE LOS HOMBRES”

¿Tenemos siempre abiertas las puertas de nuestro corazón para que Jesucristo entre y se sienta feliz o que de vez en cuando PENSEMOS, que pueda ESTAR  a nuestro lado como lo hizo con los discípulos de Emaus?

Por eso sigue estando presente en la EUCARISTÍA, oculto en miles de Sagrarios y siendo recibido sacramentalmente por millones de creyentes.

         ¿Pero qué ha hecho Jesucristo para que algunos no lo quieren ver ni en pintura, y anden pidiendo con tanta insistencia que sean quitados los crucifijos?.

         Si hubiera sido un asesino, un violador, un ladrón o un personaje deleznable a quien nadie debería apreciar y menos imitar, habría razones para no exponerlo; pero ha sido todo lo contrario.

         Sería razonable que los que desean que sus hijos no vean un crucifijo manifestaran sus motivos y en qué le perjudicaría que sus hijos pudieran conocer y apreciar los valores tan humanos y tan provechosos para su educación integral, como sería la honradez, el sacrificio propio para llegar a ser unos hombres de provecho y no unos alcohólicos, drogadictos etc,etc. y el saberse sacrificar por los demás ahora que tanto se habla y se necesita ser solidario.

         Esos padres querrán que sus hijos le obedezcan, les amen y luego, cuando llegue el momento, les cuiden; pero si desde pequeñitos no han aprendido todas esas virtudes de sacrificio y entrega, que no se las pidan más tarde.”El arbolito desde pequeñito”.

         Si una imagen vale más que mil palabras. Ver a todo un DIOS clavado injustamente en la cruz y encima perdonando a los que le estaban crucificando y haciéndolo todo por amor a todos los hombres a cambio del amor de unos pocos y del desprecio de otros muchos.

         ¿Existe imagen humana más impactante para creyentes y NO CREYENTES? 

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