Yo si no VEO, no CREO. Esto es lo que mucha gente piensa y dice
El Apostol Santo Tomas llegó más lejos en su incredulidad, cuando al comunicarle sus compañeros que habílan visto a Jesucristo Resucitado dijo: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos y mi mano en su costado, no CREERÉ.
Cuando nuevamente se les apareció, Jesucristo le dijo: “Tomás, alarga acá tu dedo y mira mis manos, y tiende tu mano y métela en mis costado, y no seas incrédulo sino fiel.” Respondió Tomás y dijo: ¡Señor mío y Dios mío¡. Jesús le dijo:” Porque me has visto has creído; dichosos los que SIN VER CREYERON”
El Apostol Santo Tomas llegó más lejos en su incredulidad, cuando al comunicarle sus compañeros que habílan visto a Jesucristo Resucitado dijo: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos y mi mano en su costado, no CREERÉ.
Cuando nuevamente se les apareció, Jesucristo le dijo: “Tomás, alarga acá tu dedo y mira mis manos, y tiende tu mano y métela en mis costado, y no seas incrédulo sino fiel.” Respondió Tomás y dijo: ¡Señor mío y Dios mío¡. Jesús le dijo:” Porque me has visto has creído; dichosos los que SIN VER CREYERON”
Si alguien va por la selva y ve unas
recientes huellas de león y sigue caminando en espera de ver al león cara a
cara y no se pone a salvo es que está loco.
Si no sabemos o no queremos ver la mano
de Dios en todas las maravillas que nos rodean, es porque estamos ciegos y no
hay peor ciego que el que no quiere ver.
El que no sepa o no quiera ver la mano
del Todopoderoso en una cosa tan sencilla, tan frecuente y tan portentosa como
es el hecho de que un solo espermatozoide de los miles que atacan al óvulo lo
fecunde y luego surja una nueva vida tan maravillosa y con los caracteres de
los padres, es porque está ciego.
Por eso no es cuestión de ver o no ver,
sino de observar, entender y sacar
conclusiones. Lo que sucede es que a veces no nos interesa sacar esas
conclusiones y es mejor vivir a espaldas de Dios como si no existiera y
caminamos a ciegas por este mundo.
Jesucristo le dijo a Nicodemo: “Todo el
que obra mal, aborrece la luz, y no
viene a la luz, porque sus obras no sean reprendidas; pero el que obra la
verdad, viene a la luz para que sus obras sean manifestadas, pues están hechas
en Dios.”
El que me sigue no anda en tinieblas
dijo Jesucristo. Por lo tanto si queremos ver y sobre todo entender y afrontar
todo lo que nos pasa en la vida, deberíamos
creer en Jesucristo que es Dios y nos ama.
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