Yo diría que disgustos y quebraderos de cabeza, ya se los damos, porque no somos conscientes de que Dios, más que Dios es nuestro
Padre.
Y si a cualquier buen padre le encanta dar cosas a sus hijos
con mucho cariño.
Lo que vuelve loco y se siente orgulloso, es cuando ve que
sus hijos, sin apenas de ayuda paterna, se van desarrollando y se van
pareciendo a él.
Por lo tanto a Dios que es nuestro Padre, lo mejor que le
podríamos dar y que le faltaría, puesto que lo tiene todo, sería el intentar PARECERNOS a ÉL
¿Cómo podríamos parecernos a Dios, si nadie lo ha visto?
Si a muchas personas, sin haberlas visto, las conocemos por
lo que han dicho y sobre todo hecho y nos quisiéramos parecer para ser
importantes en la vida.
De Jesucristo que es Dios, y que vivió como uno de nosotros deberíamos
saber algo de lo mucho que dijo para que aprendiéramos de ÉL
“Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”
“Venid a MÍ todos los que estéis cargados con trabajos y
cargas que yo os ALIVIARÉ porque mi yugo en suave y mi carga ligera”
“El que sigue no anda en tinieblas”
El que, a menos, intente SEGUIR a Jesucristo HUMILDE, PACÍFICO, CONFIADO,
aceptando las Cargas y Adversidades se estará
pareciendo a Dios en cuanto a los DICHOS.
Y También pos podremos parecer a Dios por los HECHOS.
Porque en todos las curaciones y hechos milagrosos que hizo
Jesucristo, no dijo Mi Padre o yo te ha curado, sino TU FE, te ha curado.
Queda claro que cuando nuestra FE y AMOR a Dios sea como lo dijo el poeta anónimo del siglo XVI
Muéveme, en fín, tu amor, y de tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara
y auque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que the quiero te quisiera.
Haríamos el MILAGRO de que nuestro AMOR, fuera tan parecido al de Dios, que se convertirían en UN SOLO amor el de DIOS.
Muéveme, en fín, tu amor, y de tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara
y auque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que the quiero te quisiera.
Haríamos el MILAGRO de que nuestro AMOR, fuera tan parecido al de Dios, que se convertirían en UN SOLO amor el de DIOS.
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